La Consellería de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, a través de la empresa Signo, entrevistó ayer a más de 40 ribadenses de distintos perfiles de edad y muchos de ellos miembros de varias asociaciones para conocer sus propuestas de desarrollo sostenible para la localidad en materias como el medio ambiente, la economía y los servicios sociales.
Aunque las demandas no se conocerán hasta principios del verano, por lo pronto, la mayoría de los ciudadanos exigen un aprovechamiento más adecuado de los recursos existentes. La reunión de ayer forma parte de la implantación de la Axenda 21 Local, en la que hasta el momento sólo comenzaron a trabajar en la comarca Burela y Ribadeo.
El jefe del servicio de Promoción e Participación da Sostibilidade de la citada consellería, Manuel Salgado, que acudió ayer a Ribadeo, destacó que, en las reuniones de trabajo realizadas hasta el momento en Galicia, la de Ribadeo implicó al mayor número de vecinos y además a muchos jóvenes.
Este año, los concellos inmersos en esta experiencia de prueba de la implantación de la Axenda 21 son los de Cuntis, Oza dos Ríos, Carballiño, Lalín y el único de la provincia es el de Ribadeo, si bien el año pasado terminó el proceso en Guitiriz, en varios municipios de Pontevedra y de Allariz, así como también en el Barco de Valdeorras, Abegondo y Muros.
El programa, que el responsable autonómico define como «unha ferramenta que permite ter unha visión holística da xestión dun concello, na que o básico é manter no tempo o medio ambiente para non esgotar os recursos», trató de implantarse en 2002 en Ribadeo, aunque no fraguó por falta de un impulso institucional que llegó finalmente antes de 2008, cuando la localidad se declaró Núcleo de Sostibilidade.
Tal declaración permitió contratar a un agente responsable en esta materia, Iván Rodríguez, y presentar un proyecto a la Xunta para obtener 200.000 euros con los que, a lo largo de tres años, se pudieron instalar paneles solares en la piscina, realizar jornadas de sensibilización y programas sobre el ahorro de agua, así como diseñar un plan de movilidad.
Salgado explicó que, en el proceso de implantación de la Axenda 21 en la que participan sólo unos pocos concellos seleccionados principalmente «pola súa vontade para facelo», hubo una fase en la que se realizó «unha diagnose ou estudo cos datos socioeconómicos das distintas localidades e despois, fixéronse 450 equisas á poboación para saber, na súa opinión, cales eran as debilidades e fortalezas do seu municipio».
Con las entrevistas, que permiten «coñecer a opinión sobre aspectos determinados», se llega a la última etapa del programa, tras la que se eleborará «un plan de actuación que logo terá que desenvolver o Concello en solitario», como aclara el titular autonómico.
De esta forma, los propios vecinos proponen cómo se debe desarrollar su municipio de forma sostenible y el Concello deberá tener en cuenta estas demandas en las medidas que adopte en cada departamento, «por exemplo, cando se deseñe o plan xeral de urbanismo terá que contemplar as aportacións sinaladas, pero despois tamén se lles aportará ós gobernos locais unha ferramenta informática para ver por exemplo como se deben adaptar ó Plan de Ordenación do Litoral».
Se trata pues de una herramienta útil «para tomar decisións coa maior aceptación cidadá posible», sentencia Salgado, para quien Ribadeo destaca «por ter implantado moi bien a Axenda 21 nos colexos e institutos» y por tener «boas expectativas de crecemento».
