Portomarín afronta sin reservas de agua la temporada alta del Camino

El Concello teme quedar sin suministro por el bajo caudal del Ferreira, del que se nutre la traída, y al romperse una presa
Serrano muestra el sistema de bombeo instalado de emergencia (en el arco de la derecha)
photo_camera Serrano muestra el sistema de bombeo instalado de emergencia (en el arco de la derecha)

El abastecimiento de agua a Portomarín peligra por la escasez de caudal del río Ferreira, debido a la sequía y la rotura de una pequeña presa. Esta situación se produce en plena temporada alta del Camino, en la que el consumo de agua se dispara al triplicarse la población con los peregrinos, y el Concello teme quedar sin suministro, por lo que pide apoyo para buscar soluciones.

La zona cero de los problemas es el tramo del Ferreira del que se toma agua para la villa y otras zonas como Castrolázaro o Cortapezas. «Abastece a uns 750 veciños», calcula el alcalde, Juan Serrano. Según explica, la bomba de achique que hay en ese punto ha quedado inoperativa al bajar el río casi sin agua, lo que ha obligado a colocar de emergencia otra bomba, hace unos días, en un pozo situado a unos metros de la zona original de captación.

Serrano resalta que, además, «coas crecidas desfíxose a presa que hai alí, que permitía ter reservas de auga. Este inverno foron marchando as pedras e habería que refacela de novo». Añade que se trata «dunha obra de calado e o Concello non ten dispoñibilidade orzamentaria, e tamén é complicado o tema dos permisos». Hay otra zona de captación, la que construyó originariamente Fenosa a menos de un kilómetro en el regato Piunca, pero allí la situación es peor, ya que aún lleva menos caudal.

El alcalde acaba de publicar un bando en el que pide un consumo responsable y prohíbe el uso del agua de la traída para «rego, baldeo, enchido de piscinas, lavado de coches e outros fins que non sexan os propios do consumo humano». No obstante, Serrano admite que si, como se prevé, sigue sin llover, el problema no se resolverá con estas restricciones.

«Antes iamos librando porque o Camiño traía xente un mes, pero agora son seis», recalca. «Isto deixou de ser un problema puntual. No último ano abriron tres hoteis no concello e temos xa unhas 1.400 camas. E nunca tivemos esta escaseza de auga», dice.

Pide una solución estructural que tenga en cuenta las nuevas necesidades por el tirón del Camino, pero, mientras no llega, subraya que urge que Xunta y Diputación echen ya una mano, porque Portomarín puede quedarse sin agua este mismo verano. Cree que esas medidas de emergencia pasan por habilitar nuevos pozos de captación en el Ferreira y reconstruir la presa. «Todos os días temos máis de 2.000 persoas, temos que darlles unha solución», concluye.

Juan Serrano Alcalde de Portomarín

«Antes iamos librando porque o Camiño traía xente un mes, pero agora son seis e xa temos 1.400 prazas hostaleiras»

Javier Ares Hostelero

«Nas horas punta, cando coinciden as comidas coas duchas, chegamos a quedar só cun fío de auga»

sin presión. Aunque la situación ha empeorado, las quejas por la traída a estas alturas del año son habituales. «Temos moi pouca forza, pero non é de agora, pasa dende hai tempo», asegura una hostelera de la villa. Coincide una compañera de gremio desde un local próximo, y añade que «cuando llueve, el agua sale negra».

El responsable de la céntrica Posada del Camino, Javier Ares, sufre esos mismos problemas: «Nas horas punta, cando comezamos a servir comidas e nas habitacións empezan coas duchas, quedamos sen presión».

No recuerda cortes totales del suministro, pero dice que alguna vez «chegamos a quedar só cun fío de auga». Él y el resto de hosteleros reclaman que se actúe sin esperar al colapso de la traída.

Comentarios