Porto no formuló preguntas a los testigos que comparecieron

La madre de Asunta Basterra, Rosario Porto, que se representa a sí misma como abogada en la investigación por la muerte de la niña, no ha formulado preguntas a los seis testigos que han comparecido en el juzgado esta mañana, según ha dicho el letrado Alberto Martín.

Martín, que defiende al hombre cuyo perfil genético coincide con el de la mancha de semen localizada en la camiseta de la niña hallada muerta el pasado septiembre, ha comentado que no había razón alguna para que esta mujer ejerza su autodefensa: "No había motivos, nos hemos opuesto todos. Su señoría -el juez José Antonio Vázquez Taín- ha especificado que no se producía indefensión".

Por una cuestión "garantista" el magistrado instructor "ha dejado que (Porto) esté presente sin que haya hecho ninguna intervención", salvo "una manifestación" sobre una fotografía que se mostró, pero que resultó un comentario "irrelevante".

Ha insistido en que Porto ha hecho valer su condición de abogada con la postura en contra de todos menos de su propia defensa y de la letrada Belén Hospido, cuyo patrocinado es el periodista Alfonso Basterra, padre de la víctima y exmarido de Rosario.

Sin embargo, a la salida de los juzgados, tanto Martín como la abogada de la Asociación Clara Campoamor, Rocío Baceiro, dieron cuenta de que Porto se quedó dormida durante las testificales.

"Estuvo poco rato despierta. Pasó casi toda la tarde durmiendo, con los ojos cerrados", ha afirmado Beceiro a los informadores

En la jornada matutina han testificado dos forenses y cuatro personas que han precisado "sin ningún género de duda" la hora, posición y calle en la que vieron a Alfonso Basterra y su hija el 21 de septiembre de 2013, día en el que la pequeña de 12 años murió.

"Era ella con su padre, sin ninguna duda", han contado cuatro personas, tal y como ha precisado Martín, quien ha indicado que a las cinco de esta tarde aportará su testimonio la hermana de su cliente.

Los padres de Asunta, Rosario Porto y Alfonso Basterra, están encarcelados en el penal coruñés de Teixeiro desde el 27 de septiembre acusados de la presunta comisión de un delito de asesinato.

Los investigadores creen que no hay más culpables que la abogada y el periodista y piensan que ambos habían estado haciendo acopio de pastillas, presuntamente para drogar a esta niña de altas capacidades intelectuales que iba un curso adelantada.

El cadáver se encontró en la madrugada del 22 de septiembre de 2013 en una pista forestal del municipio de Teo (A Coruña), donde un altar improvisado de flores y peluches, con un cartel con la inscripción "Se pide justicia".

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