El Concello pontenovés sigue, desde hace tres años, el ejemplo iniciado en A Mariña Oriental por el ente local ribadense. Ambos instan a sus vecinos a mantener limpias las fincas, principalmente las del casco urbano y más aún en verano, por el peligro de incendio que conlleva la maleza que las invade. El alcalde, el socialista Darío Campos, publicó el mes pasado un nuevo bando en el que deja constancia de que, si el propietario incumple la norma, la «admnistración municipal procederá á execución subsidiaria da mesma ou á execución forzosa mediante imposición de multas coercitivas de 300 a 6.000 euros, reiterables».
El bando responde a la ley de ordenación urbanística y protección del medio rural de Galicia de 2002, modificada en 2004, que les ordena a los propietarios de edificios y de toda clase de terrenos rústicos y urbanos que los mantengan en condiciones de funcionalidad, seguridad, salubridad, ornato público y habitabilidad.
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