Planeta de los millonarios

Planeta de los millonarios

En 2003 había en el mundo 476 ricos en miles de millones de dólares y en 2013 hay 1.426. En España, por citar el ejemplo más próximo, pasa de siete ricos, en 2003, a 20 en 2013. Cómo se explica este crecimiento de las grandes fortunas cuando, por contra, crece en países desarrollados como España el número de personas en el umbral de la pobreza hasta porcentajes alarmantes. No solo eso, se desmorona la economía de las clases medias con el consiguiente riesgo de inestabilidad. Esta polarización, que representa la desaparición de las clases medias, es consecuencia de una economía que genera esas grandes fortunas en el menor tiempo; unas, en base a la actividad económica, financiera y empresarial y, otras, en base a la corrupción política, acentuada en algunos países y continentes: África pasa de 22 milmillonarios en 2003 a 1.003 en 2013, mientras las hambrunas continúan. Tampoco es despreciable la corrupción como vía de enriquecimiento en algunos países desarrollados, tal como reflejan algunos indicadores últimos en España. Si el fenómeno global de crecimiento de los multimillonarios del mundo se explica por la globalización económica y la caída de barreras en el comercio, hay que preguntarse por qué esta globalización no favorece a las economías de los países más pobres, que producen a menor coste. Hay una doble explicación: la eliminación de barreras es selectiva en favor de los intereses de determinados sectores -personas-, de los países ricos que venden en el mundo desarrollado lo que producen a bajo coste en los países pobres. Esas barreras en el comercio no caen para otras producciones del tercer mundo. ¿Es sostenible un modelo que deslocaliza toda producción de los países en los que tiene los mercados y ni pretende el crecimiento de aquellos en los que tiene la mano de obra barata?

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