Pizzas y pastas artesanas

La familia, ante la entrada al local. (Foto: Toño Parga)
photo_camera La familia, ante la entrada al local. (Foto: Toño Parga)

Entre la oferta de establecimientos de comida rápida, la elección es en ocasiones complicada si no se tiene un referente. En Monforte los hay para todos los gustos y precios. Ahí es donde la nueva gerencia del café bar y pizzería Versalles, en el número 29 de la Rúa Sarria, quiere marcar un nuevo punto de partida centrado en la calidad de sus productos y en la elaboración artesana de todos sus platos, donde las materias primas frescas ganan la partida. Se opta por ellas para conseguir calidad en las pizzas, pastas, hamburguesas, sandwiches, platos combinados, bocadillos, raciones, ensaladas y postres. No hay sitio para las preparaciones industriales, asevera la familia que desde principios de mes se emplea a fondo para satisfacer a la clientela en todas sus demandas con «calidad artesanal y buen gusto, a buenos precios, e incluso con ofertas por la fidelidad», recalca la empresa.

A la hora de elaborar cada plato se parte totalmente de cero. «La masa de las pizzas la hacemos nosotros delante del cliente con una harina especial y después le añadimos mozzarella y un queso suizo especial que recibimos de Lyon. Luego hacemos el tomate, nada de salsas preparadas, y se lo añadimos. Tras una primera leve cocción de la masa en el horno especial con base de piedra, logramos la consistencia precisa para añadir los ingredientes de esta manera, al final logramos una masa fina y muy crujiente».

KARAMFILKA IVANOVA, PROPIETARIA
«Repartimos sin cargo a domicilio para que el cliente ahorre y, por cada diez, una gratis»

La calidad es la máxima de Karamfilka Ivanova, una profesional de la hostelería de origen búlgaro que lleva más de seis años en el sector aprendiendo desde la base y perfeccionando la técnica en la preparación de comida italiana. Trabajó en su día como empleada en la pizzería que ahora regenta y por eso alcanzó un nivel superior para afrontar un nuevo reto junto a su marido y su hijo. «Desde que nos pusimos al frente, el pasado día 1, la clientela nos felicita reiteradamente por la comida que ofrecemos. En muchos casos nos dicen que no recuerdan comer unas pizzas tan sabrosas. Es lo que deseamos, que el cliente quede satisfecho, tanto en el local, donde hago las pizzas a la vista de todos, como en casa. Las enviamos nada más hechas a cualquier casa y sin coste alguno», comenta Ivanova. 

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