Piscifactorías y bateas generan en Galicia unos 30.000 empleos, entre directos e indirectos

Rodaballos de pequeño tamaño, en una planta de engorde de A Mariña (Foto: José Mª Álvez)
photo_camera Rodaballos de pequeño tamaño, en una planta de engorde de A Mariña (Foto: José Mª Álvez)

La acuicultura genera en Galicia cerca de 11.000 empleos directos, una cifra que sale de sumar los 10.000 que están empleados en las bateas, según datos aportados por el propio sector, con los 700 que desempeñan su labor en las piscifactorías. De ellos, buena parte se asientan en la comarca de A Mariña, donde se calcula en unas 200 las personas que están empleadas en las plantas que funcionan en el norte de Lugo, la mitad de ellas en la radicada en Xove, la más grande de Galicia.

A estos números hay que sumar también los puestos de trabajo indirectos que generan estas instalaciones, que se calculan en 2,5 por cada directo, según explicó el abogado Fernando Otero, con lo que la cantidad de empleos generados por el sector estaría en torno a los 30.000.

Unos datos que en un contexto de crisis como el actual no conviene obviar, sobre todo cuando en la mayoría de los casos se habla de empleos cualificados y estables, «y la prueba está en que no se ha hecho ningún Ere y que no ocurre como en China, que está ya produciendo en Etiopía», recordó.

Líder

Galicia es, además, el motor de la acuicultura en España, ya que el 87 por ciento de los empleos que se generan en nuestro país lo hacen dentro de la comunidad. En concreto, y según los datos de la Subdirección General de Estadística del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en el año 2010 trabajaron en Galicia 24.268 personas de las 27.907 que desempeñaron un puesto en el sector en todo el territorio nacional, aunque solo la quinta parte lo hizo a tiempo completo durante todo el año.

Aprovechar las sinergias de la acuicultura para la creación de empleo tiene además otras lecturas. «Sabemos que no va a resolver el desempleo, pero va a servir para suministrar alimento propio y ganar en seguridad alimentaria, al saber lo que producimos», explica el biólogo Antonio Pérez, quien recuerda que «aunque solo se puedan crear 4 empleos, no ya 400 ni 4.000, es importante, porque todo suma».

Un argumento que también defiende la Xunta, pues «no es que sea un sector que genere mucho empleo, pero sí de calidad y en zonas donde se necesita», explicó el secretario xeral de Mar. Es, por tanto, un dinamizador de la economía local, ya que, «por lo general, las empresas están asentadas en zonas poco industrializadas y crear en un sitio pequeño treinta puestos de trabajo no tiene la misma repercusión que si fuera en grandes ciudades», esgrimió. También las piscifactoría de río es un aliciente para las zonas desfavorecidas, pues puede ayudar a fijar población en el rural, insistió.

La coyuntura económica actual no sería en este caso un impedimiento mayor que en otras épocas de bonanza para abrir nuevas plantas, pues aunque es cierto que las inversiones que se necesitan son muy elevadas las firmas estarían respaldadas tanto por la administración autonómica, que garantiza con el nuevo plan que no se parará ninguna planta en construcción que esté concedida, como por la Unión Europea, que está destinando fondos para la actividad. «De la importancia que tiene para Europa esta cuestión habla el hecho de que la acuicultura tenga un epígrafe propio dentro de los fondos europeos destinados a la pesca», aseveraron fuentes de pesca de la Xunta.

Detractores

Por ello, los ponentes lamentaron al unísono las críticas desde diferentes sectores a la instalación de nuevas plantas, unas críticas que entienden que no están justificadas ni desde el punto de vista técnico ni medioambiental.

«Lo que falta en la acuicultura es más ciencia, más rigor y menos demagogia. Debemos de huir de intereses que posiblemente sean ajenos a la acuicultura, pues desde un punto de vista científico no encontré ni un solo argumento solvente en los sectores críticos y vaya por delante que a los científicos no nos cuesta cambiar de opinión», argumentó el jefe de bioloxía marina del Aquarium Finisterrae, Antonio Pérez.

El representante de los productores acuícolas también fue tajante en su intervención. «Como la hacemos en Europa, la acuicultura es una actividad sostenible y reto a cualquiera que me dé datos reales, con base científica, en contra del sector acuicultor», explicó Fernando Otero.

El abogado recordó que «nunca se ha abierto un expediente sancionador contra las plantas dedicadas a la crías de rodaballo por exceso de vertido, porque no los hay, y es que no hay una actividad que vierta al mar que tenga unos límites por parámetros menores que los que tiene impuestos la acuicultura marina», sentenció.

«Donde hay instalaciones de acuicultura no hay un problema social y la gente lo defiende», aseveró el secretario de Mar, quien apuesta por campañas para cambiar la percepción de los ciudadanos hacia el sector, consciente de que «algo se hizo mal» para que arrastre mala fama. «Es una asignatura pendiente que estamos intentando aprobar», señaló.

FACTURACIÓN
El rodaballo genera 60 millones con el 3% de producción

Las cifras no dejan lugar a dudas y, en la actualidad, la facturación anual de las plantas de rodaballo en Galicia está en torno a los sesenta millones de euros, un tercio de la facturación total. Y eso que la producción, de 8.000 toneladas al año, apenas representa el tres por ciento de lo que produce la acuicultura en Galicia, donde más del 95% de los cultivos son de mejillón, que facturan unos 87 millones de euros. Es, pues, un sector emergente por el que apuesta la administración para romper con el monocultivo actual de las bateas.

25,6 millones de euros

Es lo que generó el sector en la comarca, en lo que se refiere a cultivo de rodaballo y lenguado, mucho menor. En total, se pasó de las 2.000 toneladas, lo que representa una cuarta parte de lo cultivado en Galicia.

líder
Galicia es el segundo productor de trucha español

Galicia es la segunda comunidad española en cuanto a cultivo de truchas, una clasificación que encabeza Castilla La Mancha. Unas 2.000 toneladas se producen al año en nuestra comunidad, con una facturación aproximada de 8,5 millones de euros. En las plantas que existen de acuicultura continental en A Mariña se generan anualmente unas 625 toneladas de truchas

Otras Especies

Aunque el rodaballo acapara la producción en acuicultura litoral las investigaciones animan a producir otras especies. Los expertos apuestan por seguir indagando en el lenguado y centrarse en el besugo, pero sin olvidar el abadejo siguiendo de cerca los ensayos de bacalao en Nouruega. El pulpo se rechaza, como la lubina, pero en este último caso por temas comerciales al ser una especie acaparada en el Mediterráneo

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