Solicitan la declaración de zona catastrófica para Doade tras el temporal que arrasó la cosecha

Los técnicos fijan las pérdidas en 400.000 kilos de uva en Doade y 900.000 en la subzona de Amandi. Los productores, al verse reducida la cosecha, temen "perder una importante cuota de mercado" ►El presidente de la denominación de origen Ribeira Sacra, que visitó la zona, asegura que "foi unha desfeita. Non quedou nada"
José Manuel Rodríguez y un viticultor, en un lugar en el que el granizo arrasó las vides
photo_camera José Manuel Rodríguez y un viticultor, en un lugar en el que el granizo arrasó las vides

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) ha pedido a las administraciones públicas la declaración de zona catastrófica para Doade, en el municipio de Sober, tras las pérdidas en las plantaciones vitícolas ocasionadas por el temporal. Según ha denunciado el grupo este martes a través de un comunicado, el granizo y los fuertes vientos perjudicaron gravemente a las cosechas de la comarca, sobre todo a las de Doade, donde existen 120 hectáreas de viñedo distribuidas en 1.250 parcelas.

Asaja ha asegurado que las primeras estimaciones de los técnicos fijan las pérdidas en 400.000 kilos de uva en Doade y 900.000 en la subzona de Amandi. Asimismo, ha destacado que estas no son las únicas consecuencias, ya que la situación de la vendimia en los próximos años también se verá afectada. Por otro lado, los bodegueros de la zona lamentan la bajada de producción de botellas de vino que sufrirán este año, lo que, aseguran, provocará "una importante pérdida de la cuota de mercado". En este sentido, la asociación ha solicitado que reparen los caminos de acceso a las viñas y que se estudien una batería de medidas para ayudar a los viticultores de la zona, para lo que proponen ofertar créditos subvencionados y ayudas a fondo perdido.

La granizada que arrasó los viñedos
La tormenta que descargó sobre las ocho de la tarde de este lunes en la comarca de Lemos dejó cuantiosos daños en los viñedos de la zona de Doade, una de las más apreciadas por la calidad de su uva y perteneciente a la subzona de Amandi. Las primeras estimaciones, realizadas por el presidente de la denominación de origen Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez, son que el granizo caído, seguido de una intensa y fuerte lluvia, arrasó completamente con unas 30 hectáreas de viñedo. El resultado es que se han perdido alrededor de 400.000 kilogramos de uva.

"É unha desfeita total. As vides quedaron peladas pola pedra. Non se salvou nada", indicó tras comprobar in situ los efectos de la granizada.

Esto no es lo peor, pues, indicó, fue tal la intensidad con la que cayó que afectó a la madera, a las varas de las cepas, dañándolas y poniendo en peligro buena parte de la cosecha del próximo año.

Y es que al quedar cortadas o incluso rotas, las plantas serán propensas a coger alguna de las enfermedades que afectan a los viñedos en forma de hongos, como el mildiu, que esta campaña estuvo muy presente en la Ribeira Sacra, dañando los viñedos.

Las plantas quedaron muy dañadas, peladas y hasta rotas, por lo que se teme que la cosecha del próximo año se vea afectada

"Os únicos que estaban libres desta enfermidade eran os de Doade e o resto de Amandi, pero tivo que chegar a pedra para estragar todo, cunha boa colleita nesta zona", se lamentó José Manuel Rodríguez.

Y es que Amandi aporta buena parte de los cerca de seis millones de kilogramos de uva que cada campaña acaban en el casi centenar de bodegas amparadas por la denominación de origen.

El consejo regulador deberá, a partir de mañana, recalcular sus previsiones de cosecha.

Semanas atrás, entendía que podría haber entre un 10 y un 15 por ciento menos que el año pasado debido a los efectos del mildiu, un hongo que afecta a las hojas y al racimo de la vid, muy activo en algunas subzonas y apenas presente en otras.

Como decía este lunes un viticultor que acompañaba a José Manuel Rodríguez, "é que chove sobre mollado", en referencia a esta plaga, pero también al granizo y a las malas condiciones metorológicas registradas en los cinco primeros meses del año, que han retrasado mucho la maduración de la uva, por lo que no se espera que la vendimia comience hasta octubre.


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