La acusación particular solicita indemnizaciones que rondan el millón de euros por un grave accidente ocurrido en el municipio de O Páramo en el año 2010 cuando un joven que dio positivo en alcoholemia colisionó con otro vehículo causando la muerte a su conductor y dejando a los ocupantes –mujer e hijo de la víctima mortal– en situación de incapacidad laboral absoluta.
El juicio por estos hechos se celebró este lunes en Lugo, donde se alcanzó un acuerdo con la Fiscalía y los familiares de las víctimas, por el cual el acusado aceptó una pena de dos años de prisión, de modo que no ingresará en la cárcel al carecer de antecedentes. El fiscal solicitaba inicialmente una condena de cuatro años por un delito contra la seguridad del tráfico, otro de homicidio por imprudencia grave y dos de lesiones, también por imprudencia grave. Una vez resuelta la responsabilidad penal, el juzgado fijará ahora en su sentencia las indemnizaciones para las víctimas del accidente, con cargo a la compañía aseguradora, las cuales podrían situarse cerca del millón de euros.
El siniestro se produjo sobre las una y cuarto de la madrugada del día 21 de agosto de 2010 en la carretera entre A Pobra de San Xiao y O Páramo. El acusado, M.O.L., que entonces tenía 20 años de edad, conducía un Opel Astra "bajo la influencia de una intoxicación etílica contraída con anterioridad", explica el fiscal.
El fiscal solicita para la mujer una indemnización de 40.490 euros y 17.145 para el hijo. Por la muerte del esposo, reclama el pago a la viuda de 107.000 euros y al joven de 20.000
A la altura del kilómetro 2,600, en un curva, invadió el carril contrario y colisionó con una furgoneta Citröen C-15 que conducía M.V.F., un camionero prejubilado y en el que también viajaban su esposa y uno de sus hijos.
El camionero, de 57 años de edad, falleció a causa del impacto mientras que sus dos acompañantes resultaron con lesiones graves, "declarándose finalmente su incapacidad laboral absoluta".
Unas tres horas después del accidente, sobre las 4.25 horas, la Guardia Civil le practicó al acusado la prueba de alcoholemia cuando se encontraba en urgencias del Hospital Xeral de Lugo, dando un resultado positivo de 0,69 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. En ese mismo hospital realizaron días después, con la correspondiente autorización judicial, un análisis sanguíneo sobre las muestras extraídas al conductor, que arrojó un resultado de etanol de 1,66 gramos por litro.
A causa del choque, la esposa del fallecido sufrió fractura de cadera y otras graves lesiones, que la mantuvieron hospitalizada durante 22 días. El hijo, que en aquel momento tenía 24 años, también resultó herido grave con politraumatismos y estuvo ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos.
A ambos les quedaron importantes secuelas que llevaron a declarar su incapacidad. Por este concepto el fiscal solicita para la mujer una indemnización de 40.490 euros y 17.145 para el hijo. Por la muerte del esposo, reclama el pago a la viuda de 107.000 euros y al joven de 20.000. Además, el fallecido dejó otras dos hijas, para las que pide indemnizaciones que suman 30.000 euros. A todo ello habrá que añadir las cantidades que se determinen en ejecución de sentencia por las lesiones y secuelas, que se prevén elevadas.
