El encargado de un desguace ubicado en el municipio de Vilalba, J.S.T., se enfrenta a una condena de cinco años de cárcel por agredir a un cliente con un rodamiento hasta dejarlo inconsciente y partirle cuatro dientes.
Durante el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial de Lugo, el acusado negó rotundamente los hechos y aseguró que el cliente salió del recinto «cabreado» por el precio de unas piezas y se cayó en la cuneta. Además, un vecino que pasaba con su coche por delante del desguace confirmó esta versión y declaró en el juicio que pudo ver como un hombre «se cayó en la calle, pero se levantó enseguida y por eso no me detuve», dijo.
Por su parte, la víctima aseguró que un empleado del desguace le había agredido, pero reconoció que no podía precisar con exactitud cuál de ellos había sido. «Se rieron de mí y el más grande me pegó y me arrastró por el suelo», afirmó. El hombre añadió que no recordaba con claridad de lo sucedido, «ya que en ese momento estaba a tratamiento por una depresión y no estaba muy bien», explicó.
Agresión
El ministerio fiscal mantiene que la agresión se produjo sobre las once de la mañana del 31 de enero de 2004, cuando la víctima y un amigo entraron en un desguace de la parroquia de Árbol para recoger una pieza que previamente habían encargado. El acusado atendió al denunciante y ambos acabaron entablando una discusión por el precio de la mercancía, «al no ser el inicialmente pactado».
El cliente se marchó entonces del recinto, pero regresó poco después para recoger una chaqueta que se había dejado olvidada en la oficina. En ese momento, según la versión del ministerio público, el acusado lo empujó de forma agresiva y le dio un golpe con un objeto contundente «que le pareció un rodamiento».
Como consecuencia de la presunta agresión, la víctima perdió el sentido y cayó al suelo, «no recordando nada más». El hombre sufrió policontusiones y una contractura en el trapecio izquierdo. Además, perdió un total de cuatro piezas dentarias y tardó un mes en recuperase de sus lesiones.
Testimonios
En el transcurso del juicio, el acusado -que continúa siendo el encargado del desguace- aseguró que no hubo ninguna agresión y que vio como el cliente «se levantaba del suelo y se llevaba las manos a la boca, al mismo tiempo que gritaba que nos íbamos a enterar todos», declaró.
Por su parte, tanto el propietario del negocio como los compañeros del imputado aseguraron que no se produjo ninguna agresión. El jefe aseguró además que el denunciante entró en la oficina sangrando por la boca y dijo: «Os voy a meter a todos en la cárcel».
Según su versión, el hombre se enfadó por el precio de las piezas «y por eso denunció», alegaron.
Tras escuchar los testimonios de las partes, el ministerio fiscal consideró que había pruebas suficientes para mantener la acusación contra el encargado del desguace por un delito de lesiones, por el que solicitó cinco años de cárcel y 750 euros de indemnización.
El juicio por estos hechos quedó ayer visto para sentencia.
LA VÍCTIMA
- «Perdí 4 dientes y antes abría las cervezas con ellos». En su declaración ante la Sala, la víctima aseguró que uno de los empleados del desguace le pegó «con un objeto contundente», aunque durante la vista oral no pudo precisar de qué objeto se trataba. Además, explicó que a consecuencia de los golpes había perdido cuatro dientes, «y antes no me daban ningún problema. Incluso abría las cervezas con ellos», dijo.
- Discusión con el dueño. El hombre aseguró además que el propietario del desguace llamó a sus empleados y les dijo: «Echad a este loco de aquí», algo que todos ellos negaron en el juicio.
