Pescanova zarpa otra vez

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VÉRTIGO. Esa desagradable sensación recorrió las entrañas de los principales ejecutivos de Damm, con los hermanos Demetrio y José Carceller al frente, cuando comenzaron a comprobar que las reticencias de sus socios de Luxempart iban a más, en relación directamente proporcional a la presión ejercida por la banca acreedora en el último tramo de las negociaciones para sacar adelante el convenio de Pescanova. La complicidad entre la cervecera y el fondo luxemburgués, socios para unos, cómplices para unos cuantos más, se había acabado, y ese autodenominado «consorcio» que pergeñó el convenio a espaldas de los financieros ya no conjugaba con las mismas ideas un futuro para la multinacional enfrentado a la banca.

El vértigo, al final, transmutó en miedo por parte del grupo catalán ante la posibilidad de quedarse solo en el envite, y acabó en completo desvanecimiento. Esta es la historia no escrita, de acuerdo con algunos de los protagonistas directos, que marca el final de una relación sólida, armada a la contra de los anteriores gestores de Pescanova desde hace varios años, cuando habían compartido mesa en el consejo y decisiones con el equipo de Manuel Fernández de Sousa-Faro. Una alianza entre Damm y Luxempart que, mayores, también podría acabar surcando, a estas alturas, procelosas e imprevisibles aguas judiciales.

Esa ruptura, in extremis, cierra una puerta y abre otra, quizá la mejor para garantizar un nuevo rumbo, estable, en Pescanova. Todavía faltan muchas millas por recorrer para afirmar que el horizonte está despejado. La solución final, que los grandes acreedores financieros se queden con la empresa a pelo, sin socio industrial de momento, ha sido recibida desde diferentes esferas patrias como una opción muy positiva para Galicia. Pero lo es sobre todo para la propia banca, que prefiere hacerse con el problema, resolverlo desde dentro, antes de que acabe todo en un rosario de eternas refinanciaciones para unos socios en los que nunca acabaron de confiar del todo.

Llaman la atención determinados episodios en el último tramo del proceso: la adhesión inmediata de Luxempart a la propuesta de convenio, que al final ha obtenido prácticamente el 64% de los apoyos cuando bastaba con el 51%. Pero, sobre todo, que la propia Damm acabe apoyando la propuesta de la misma banca que le dio la espalda. Esa espita abre, para algunos, la vía de un eventual acuerdo entres las partes.

¿Y cómo será la Pescanova que saldrá del concurso de acreedores una vez aprobado y validado el convenio por el juez? Será más pequeña, sin duda, y consecuentemente con un número de empleos muy por debajo de los actuales 12.000 trabajadores que componen el grupo. ¿Por qué? A la banca, la nueva propietaria efectiva, solo le interesan negocios con una tasa interna de rentabilidad recuperable en un tiempo razonable. Por ello, negocios poco maduros, muy intensivos en capital y con incierto futuro quedarán al margen del grupo pesquero. Para entendernos, la banca prefiere la seguridad de los barcos, las cuotas, las licencias y los derechos de pesca en terceros países frente al vacilante recurso de la acuicultura, la gran apuesta pretérita.

Los primeros pasos vendrán también por los concursos exprés en filiales, una obligada formalidad que estaba marcada inicialmente, para dar forma a un proyecto que incorpora una operación acordeón (reducción de capital a cero y posterior ampliación) que dejará en casi nada la participación de los minoritarios, lo que también abre la vía a eventuales acciones judiciales por parte de aquellos que decidieron no adherirse al convenio y quedan ahora fuera. El calendario está marcado: fusiones de las filiales españolas y hasta dos complejas segregaciones para dar forma a la nueva estructura.

Si todo va según lo previsto, en los próximos meses habrá junta general de accionistas para abordar la operación, y también la exclusión de la Bolsa. Nueva Pescanova podría estar ya en funcionamiento a finales de año, aunque el plan de viabilidad para reflotar el grupo tenga una hoja de ruta que se prolonga hasta 2044. Eso sí, las expectativas pasan por la generación de beneficios de explotación positivos este año. A cierre de 2014 el Ebitda (beneficio antes de impuestos y depreciaciones) será de 76 millones, con unas ventas de 1.142 millones.

Así es el camino marcado para la segunda multinacional gallega, ya libre de cargas como la que representó Demetrio Carceller, un empresario a quien el calificativo de osado apenas le hace justicia. Una vez que Damm abandona el barco, solo queda que un presidente de cartón piedra como Juan Manuel Urgoiti deje el timón de una vez.

Las otras cuentas de Novagalicia Banco

LOS RESULTADOS de Novagalicia correspondientes a 2013 han pasado la prueba del algodón y, ahora, ya se pueden conocer al detalle los números y la situación real de la entidad a la que llega el venezolano Juan Carlos Escotet. El banco había anunciado hace unos meses la vuelta a los beneficios durante el año pasado. En concreto, se había apuntado unas ganancias de 17,7 millones de euros, para general alborozo del respetable, frente a unos números rojos de 7.936 millones un año antes. Ahora sabemos que ese beneficio para el grupo consolidado es el resultado de la activación de créditos fiscales por importe de 435,2 millones de euros, que se imputan a la cuenta sumando, por pérdidas de ejercicios pasados. Sin ese recurso, el resultado antes de impuestos de Novagalicia presenta unos números rojos de 417,5 millones de euros. Un año antes, en 2012, los créditos fiscales a los que recurrió sumaban menos de la tercera parte de los que incorpora en 2013, con unos 118,3 millones. La realidad de las cuentas también presenta, esta vez sí, un digno resultado de explotación, el propio de su actividad ordinaria, de 43,8 millones. El problema han sido las pérdidas por deterioro de activos, estén o no disponibles para la venta, con más de 450 millones de quebranto.

Esas mismas cuentas nos permiten conocer quienes son los accionisas de NCG al margen de Banesco: la aseguradora Caser (2,75% del capital), el fondo británico EC Nominees Limited (2,28%) y los dueños minoristas de preferentes que no aceptaron la quita y optaron por el canje por acciones, con un 4,36%. Esos son actualmente los compañeros de viaje de Escotet.

BEATRIZ MATO ♦ Silencio de la titular de Traballo ante la escalada del paro

A VECES, por lo que uno se calla, y no por lo que dice, alguien es noticia. Sucede con la conselleira de Traballo, preocupada y con razón durante las últimas semanas por la crisis demográfica en Galicia, pero silente ante la escalada del paro. A día de hoy no conocemos todavía la opinión de Beatriz Mato sobre el último dato de la Encuesta de Población Activa (Epa), que eleva en 16.100 personas, hasta el 23,2%, la tasa de paro en Galicia. Sabemos que el presidente Núñez Feijóo ve esta vez con recelo esos números, sin más, pero apenas tenemos constancia de la opinión de Mato, que a veces parece más preocupada por sus eventuales y pretendidos destinos al frente de alguna emblemática autoridad portuaria que por el día a día de su propia consellería. ¿Y qué dirá el presidente de la Xunta cuando otro trimestre, quizá no muy lejano, los datos de paro sean positivos? ¿Tampoco se fiará? De Beatriz Mato ya sabemos que poco tendrá que contar.

ADOLFO DOMÍNGUEZ ♦ El grupo textil contiene la sangría de las pérdidas

SUFRE pero no tanto. Adolfo Domínguez representa el mejor ejemplo de reconversión textil a golpe de crisis y todavía a medio camino de su resolución. El grupo de moda ourensano logró contener en 2013 la sangría de las pérdidas de los últimos años, anotándose unos números rojos de 10,3 millones, frente a los 24,1 millones de 2012. Una reducción de nada menos que casi un 60%, que ha venido acompañada por el cierre de 49 tiendas en España y la apertura de tres establecimientos en el extranjero. Al recorte de plantilla, unos 130 trabajadores menos, le acompaña la liquidación de filiales en el exterior: Italia, Israel y Panamá. Adolfo Domínguez sigue sufriendo, pero menos, y ve que sus hermanos (Lonia Textil, con Carolina Herrera y Purificación García) y sobrinas (Bimba & Lola) hace tiempo que lograron definir un modelo de negocio de éxito.

(Publicado en la edición impresa el 3 de mayo de 2014)

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