Los pescadores y la Administración dicen no a las exigencias del Reino Unido por el Brexit

El Brexit, salida del Reino Unido de la Unión Europea, y su incidencia en la pesca centró el debate este jueves en las vigésimocuartas Xornadas Técnicas de Expomar, que se desarrollan en el salón de actos de la cofradía de pescadores de Burela. Pese a la incertidumbre, la ruptura une al sector y a la Administración, que tratarán de hacer valer el peso de la pesca.

La conselleira de Mar, Rosa Quintana, fija como metas que Galicia albergue el Laboratorio de Referencia para el Seguimiento de Elementos Contaminantes y Bacteriológicos de los Moluscos Bivalvos y buscará que no mermen los fondos del Femp. Encargó un informe a la catedrática María do Carmo García Negro, que analizará el impacto por cese en cada pesquería y el acceso a zona Neafc, así como a los mercados europeos.

En este sentido, también trabaja la asociación que agrupa a las principales confederaciones de pesca europeas, que representa a 3.500 buques y 180.000 pescadores. El presidente de Cepesca, Javier Garat, integrada en el colectivo, analizó la posición británica, que reclama cuotas más justas, la explotación exclusiva de sus aguas en las 12 millas, quiere dar licencias de pesca si le interesa, y pretende el libre comercio en la UE.

El sector rechaza esas exigencias y hará valer el acceso histórico a los caladeros y las capturas. Garat indicó que ocho estados miembros pescan en las zonas IV, VI y VII Ices del Gran Sol, 637.000 toneladas proceden de aguas británicas (42%) con un valor de 547 millones (34%), donde el Reino Unido pesca 129.000 toneladas. Temen que se autoasigne especies como hizo con la caballa en Feroe.

España captura en las zonas VI y VII el 18% de su volumen y su valor, 9.000 toneladas del global por 27 millones proceden de la ZEE británica. Cepesca propone vincular el acceso a las aguas con el del mercado. Por ello, contrapuso la gran dependencia del Reino Unido al dirigir el 74% de sus exportaciones a otros países de la UE, de donde importa el 34%.

Por su parte, el director general de Recursos del Ministerio de Pesca, José Miguel Corvinos, incidió en la necesidad de coordinarse con las comunidades autonómicas y manejar los mismos datos. Cree posible una revisión de las posiblidadades de pesca, pero también hay que abordar la situación de los barcos de pabellón británico con tripulaciones españolas que comercializan en la UE y ve como un reto la obligación de desembarque de descartes, que sin medidas técnicas idóneas podría ocasionar la paralización de la flota. Cree que las excepciones no serán suficientes y será necesaria su revisión. Además, apunta a flexibilizar la transferencia de cuota para aprovecharla mejor y que la flota agote las asignadas a España con traspasos entre modalidades.

La directora general de Pesca de la Xunta, Mercedes Rodríguez, habló asimismo sobre la prohibición de descartar especies sujetas a TACs y cuotas, así como el riesgo de malinterpretar la flexibilidad para aplicar el reglamento según los intereses de los estados. La responsable autonómica cree que «o máis triste é que hai mercado para todas esas capturas». Opina que el reto del sector es pasar de TAC de desembarque -que no incluía el pescado para harinas y de consumo no humano- al de capturas. Apuntó que la aplicación puede crear abundancia de una especie y ve incompatible esta obligación con el principio de estabilidad relativa, que cree que se podría revisar solo con el Reino Unido fuera. Los estados empiezan a notar ahora los problemas y el impacto por flotas varía entre el 10 y el 77%.

La técnica del Centro de Innovación y Estudios de la Autoridad Portuaria de Vigo, Annina Burgin, expuso la relación futura entre UE y Reino Unido, que ya anunció un copia y pega de la normativa europea para evitar el vacío legal y después negociará uno por uno los reglamentos. Podría afectar en las inversiones, señaló.