La capital lucense es una de las localidades en la que el número de hijos adoptivos supera al de los predilectos.
Son cuatro en total los oriundos de la ciudad que han sido otorgados con el reconocimiento del concello. El listado lo encabeza el escritor y periodista Ánxel Fole, quen dirigió y colaboró en varias publicaciones como El Pueblo Gallego y revistas como Resol y Yunque, pilares de la cultura gallega del pasado siglo.
También en el ámbito intelectual destaca Álvaro Gil Varela, hijo predilecto de Lugo, que fue ingeniero técnico de Montes además de un activo mecenas de la cultura gallega.
Juan Rof Carballo despuntó como médico y científico oriundo de la capital de provincia, tras una carrera que lo llevó por toda Europa, que compaginó siempre con su faceta de articulista y ensayista.
La figura más atípica es la de Manuel López Varela, uno de los pocos hijos adoptivos de la provincia pertenencientes al ámbito musical. Varela llegó a tocar en múltiples bandas municipales de toda España, incluso en la orquesta del teatro de Madrid. Pero la labor que lo catapultó como hijo predilecto de Lugo fue su actividad como transcriptor, realizando trabajos como ‘Fiestas romanas’, de Respighi o ‘Romeo y Julieta’, de Tchaikovsky.
Finalizan la lista de predilectos Alfredo Rodríguez Labajo, maestro en el instituto Masculino, catedrático de Matemáticas, además de diputado provincial; junto al diario El Progreso, que recibió la Medalla de Oro de mano del Concello por su defensa de la ciudad.
ADOPTIVOS
La lista de hijos adoptivos está formada por diversos maestros, como Narciso Peinado y Miguel Novoa, que también fue religioso. La capital lucense destaca por ser la que mayor número de militares tiene como hijos adoptivos, entre ellos Carlos Pombo y Julio Salvador, quien obtuvo numerosos reconocimientos a nivel nacional. También figuran algunos cargos políticos, entre ellos Ramón Ferreiro, que compaginó sus actividades como gobernador civil de Lugo con su faceta de poeta, y José Ibáñez Martín, ex ministro de Educación.
