La foca gris, también conocida como lobo marino ceniciento, es un especie muy poco habitual en las costas lucenses. Contados ejemplares visitan este litoral, normalmente son animales enfermos o heridos después de realizar una larga travesía desde las costas de Irlanda e Inglaterra. Los animales varados son recogidos por la Coordinadora para o Estudio dos Mamíferos Mariños (Cemma) para su traslado a centros de rehabilitación y después ser devueltos a su mar de origen a bordo de barcos pesqueros de Gran Sol. Algunos todavía recuerdan nombres como el de la foca Cuqui, que visitó A Mariña en 2002; otra a la que se llamó Rinlo en 2005 o a Llas, recuperada el mismo año, sin olvidar a las más recientes Pampillosa y Castro o al lobo marino Playu, que recupera la Cepesma en su sede de Luarca.
La Cemma, que coordina A Rede de Varamentos de Galicia, es la única entidad encargada de prestar asistencia a la fauna marina amenazada que se encuentra en las costas gallegas y, por tanto, a estos mamíferos. Sobre los lobos marinos cenicientos explican que se pueden identificar fácilmente porque presentan «un fuciño longo, que é máis forte e ancho nos machos», que además tienen una piel «gris moura, que en ocasións pode chegar a ser negra» sobre la que se disponen unas pequeñas manchas claras. En el caso de las hembras, en su piel predomina el color blanco crema salpicado de manchas negras.
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