Los dos jóvenes que se confesaron culpables del atraco a la gasolinera de Buriz cometido el 28 de enero de 2011, donde lograron un botín de 300 euros, fueron condenados a penas que implican el ingreso en prisión.
Los dos acusados se enfrentaban a condenas de cinco años de cárcel, pero -a pesar de que reconocieron los hechos y pidieron perdón ante la jueza- sus defensas se esforzaron en convertir el atraco en una chiquillada y en convencer a la magistrada de que los dos chicos «no eran conscientes» de lo que estaban haciendo.
Sin embargo, el argumento no caló y la Justicia castigó a Martín Fernández Fonte con cuatro años y tres meses de cárcel, mientras que David García Campello fue condenado a dos años y medio de prisión.