Pena entre los líderes católicos / Desde otras confesiones ensalzan su voluntad de diálogo y su figura como teólogo

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, se ha mostrado hoy "afectado" y "como huérfano" ante el anuncio de la renuncia del papa que -ha dicho- "llena de pena" a los obispos españoles.

En un comunicado y tras conocer la renuncia de Benedicto XVI, Rouco ha expresado, en nombre de los obispos españoles, su "más profunda gratitud por el impagable servicio prestado a la Santa Iglesia en estos intensos años de pontificado".

"Estamos afectados y como huérfanos por esta decisión que nos llena de pena, pues nos sentíamos seguros e iluminados por su riquísimo magisterio y por su cercanía paternal", ha subrayado el cardenal. "Estamos seguros de que el Señor bendecirá el costoso paso que él acaba de dar con gracias abundantes para el nuevo papa y para toda la Iglesia".

El cardenal-arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, que será uno de los cardenales que elegirá a un nuevo papa, considera "que esta decisión pone de relieve la profunda espiritualidad del Santo Padre, la lucidez con que ha tomado esta determinación y su gran amor a la Iglesia".

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, agradece los años de Pontificado por "su magisterio" y entrega. Recomienda a los creyentes acogerlo "como una aceptación confiada de los designios de la providencia de Dios" y apunta que se trata de una decisión personal que ha tomado "con plena libertad" y que debe interpretarse "con el mayor respeto".

Además, el arzobispo compostelano agradeció la visita del pontífice a Santiago con motivo del año Jacobeo de 2010.

Por su parte, la Federación de Comunidades Judías de España ha destacado que "sin duda ha trabajado a favor del reencuentro entre católicos y judíos", un camino que inició formando parte de la Curia con Juan Pablo II.

"No podemos olvidar su discurso en la sinagoga de Colonia en agosto de 2005 en el que rezó por las víctimas judías del Holocausto, reconoció la raíz judía del Cristianismo y denunció los nuevos signos de antisemitismo", ha subrayado.

El presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España, Riay Tatary, destaca que Benedicto XVI supo enmendar el "perjuicio" que causó al principio del pontificado en las relaciones con el islam. En 2006, pronunció un discurso en el que rescató un texto medieval que se refería al islam y al profeta Mahoma, cuyo legado tachaba de "malvado e inhumano".

Para el secretario ejecutivo de la Federación de Iglesias Evangélicas de España (FEDERE), Mariano Blázquez, "es normal" abandonar el cargo al llegar a una edad o estar "en una situación inhabilitante". "Me parece normal que también ocurra en el seno de la iglesia católica", ha añadido.

Blázquez no ha querido entrar a valorar el pontificado de Benedicto XVI, pero sí ha lamentado, sin embargo, que en estos años el diálogo y relaciones con el resto de confesiones religiosas "no haya avanzado".

La Conferencia Episcopal Alemana, por su parte, calificó la renuncia como un "luminoso ejemplo de responsabilidad y de amor viviente por la Iglesia", por volver a "poner el cargo en las manos de Dios".

El arzobispo de Friburgo Robert Zollitsch, dice también que toda la carrera eclesiástica y académica de Benedicto XVI ha estado marcada por el esfuerzo de tender puentes entre la fe y la razón y entre las distintas confesiones cristianas.

El arzobispo de York, John Sentamu, fue el primer líder anglicano en reaccionar al inesperado anuncio de Benedicto XVI. En Twitter lamenta que el mundo cristiano perderá "un gran teólogo".

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