Pelacerdos '‘made in'’ Pol

Un joven de Rioxoán revoluciona las redes sociales con un artilugio que creó él mismo para facilitar el trabajo en la matanza
Rubén Iglesias, pelando un cerdo con su artilugio en Rioxoán (Pol)
photo_camera Rubén Iglesias, pelando un cerdo con su artilugio en Rioxoán (Pol)

Todo nació como «unha argallada máis» de un joven de Rioxoán, pero en pocas horas, y gracias a las redes sociales, el pelacerdos ‘made in’ Pol ya se ha convertido en el objeto de deseo de ferreterías de toda la provincia.

Detrás de este curioso artilugio está Rubén Iglesias Dapena, que ayer se mostraba sobrecogido ante el aluvión de llamadas y mensajes recibidos. «Nunca pensei que un vídeo puidese chegar a tanta xente», comentaba el joven, mientras resumía cómo había surgido la idea de confeccionar el aparato.

«Un día, e en vista de que cada vez queda menos xente para axudar a pelar os porcos na matanza, ocorréuseme intentar facer un aparello de forma rápida e en plan barato», explica, al tiempo que recuerda como sus padres y sus empleados -es el propietario del taller Aluben de Rioxoán- se reían de esta ocurrencia.

El sistema es sencillo, tal y como él mismo explica. «É un pao cun taladro que diante leva unha especie de cepillo cunhas aspas, que son coas que se lle pode quitar o pelo aos cochos na matanza».

Para construirlo utilizó piezas sueltas que le quedaban por el taller, y su puesta a punto requirió de solo tres intentos. «As primeiras dúas veces non funcionou como esperaba, pero á terceira conseguino», añade Iglesias, al tiempo que especifica que lo testó por primera vez este pasado sábado en la misma parroquia polense en la que lo creó.

Ferreterías de Lugo ya se han puesto en contacto con Rubén Iglesias para tratar de comprarle la idea, pero él quiere patentarla

«Fun á casa dos sogros á matanza e púxenme a pelar os cochos co invento. Díxenlle a un cuñado meu que gravase un vídeo mentres o facía e cando rematamos pedinllo para subilo ao meu Facebook», cuenta Rubén, que lo hizo, asegura, «de cachondeo, para que os meus amigos se risen de min».

Pero ese no fue el efecto que causó, sino que cientos, miles de personas han sucumbido a su curioso artilugio, al que algunos ya le buscan hasta nombre. Tanto es así, que en apenas tres días el vídeo que Rubén subió a la red ha conseguido superar las 125.000 reproducciones, ha sido compartido más de 2.200 veces, suma cerca de 300 me gustas y tiene más de cien comentarios.

Y no solo ha conseguido atraer a la gente, que ha quedado alucinada al ver la rapidez con la que pela los cerdos, sino que ya ha recibido llamadas de gente interesada en comprarle la idea. «Nunca pensei que chegase a pasar isto. Non oh. Xa me chamaron ferreterías de Meira e ata de Lugo. Querían comprarme a idea e que eu seguise coa fabricación, pero xa lles dixen que non», cuenta el joven polense, que ahora intentará enterarse bien de cómo poder patentar su invento para sacarle partido.

«Unha vez que o saque ao mercado calquera poderá copiar a idea, así que teño que pensar en patentalo, pero non sei como vai iso aínda», añade Iglesias, alucinado con la repercusión de su invento, que guarda con recelo. «Non quero facerlle fotos, nin nada, non vaia ser que a alguén lle dea por reproducilo», concluye.

Habrá que esperar para saber si finalmente el pelacerdos ‘made in’ Pol acaba en las ferreterías y alegra la vida de los ganaderos, a los que este invento facilitaría el trabajo en la matanza.

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