''Pedimos que alguien pueda darnos un bocadillo diario''

iván, el mendigo de las Cuatro Calles, es ya un personaje habitual en Ribadeo, villa a la que vino a vivir cuando tenía 17 años y a la que regresó, tras una prolongada ausencia, hace más de tres. Él reconoce que padece de alcoholismo y agradece la ayuda desinteresada que le ofrecen algunos particulares, pero pide «algo más de humanidad» sobre todo por parte de las administraciones locales y autonómicas, pero algunos de los que han intentado echarle una mano aseguran que es «conflictivo y que no se deja ayudar».

¿Qué es concretamente lo que reclama?

Pido que los que más ayuda necesitamos, los que no tenemos nada y dormimos en la calle, podamos tener algo de comida. En Cáritas o en el Concello a veces dan comida, como arroz y demás, para que no se pase, pero si estás en la calle, no la puedes cocinar. Debería haber alguien o alguna institución que tuviera compasión y nos pudiera ofrecer al menos un bocadillo diario.

¿Han intentado ayudarle?

Sí, por ejemplo ahora, miembros del Partido Popular, están preguntando por la posibilidad de empadronarme, porque ya llevo mucho tiempo en la localidad y además, tal vez de ese modo, podrían atenderme en el centro de salud, porque tengo epilepsia y a veces sufro ataques.

Habla de injusticias de trato entre los mendigos, ¿a qué se refiere?

Pudimos ver que al indigente portugués que llegó en Navidad y que está desequilibrado y agrede a la gente, le dan cada cierto tiempo ropa limpia y le llevaron dos veces a ducharse al polideportivo. Dicen que todos podemos utilizar esas duchas, pero no es cierto, la mayoría de las veces, el lugar está cerrado y nadie se preocupa de llevarnos.

Comentarios