Patrimonio

SE SUPONE que el deber de la Dirección Xeral de Patrimonio es velar por la conservación del ídem y evitar tropelías, que las hay, pero puede ocurrir que se exceda en su entusiasmo y pase lo que pasó con el cuartel de San Fernando. Por evitar que ‘impactase’ sobre la muralla, con una manzana de edificios de por medio, impidió habilitarlo para conservatorio, y ya ven cómo está, cayéndose a pedazos y en una situación degradante (e impactante) para la estética de la ciudad.

No aplicó el mismo rasero al autorizar ‘su museo’ contiguo al vicerrectorado, pegado al monumento y ocultando la catedral desde el adarve. Ahora acaba de cargarse la modificación del Pepri que permitiría eliminar la burda pasarela de la Ronda, entre la puerta de San Pedro y Montero Ríos y edificar en el asilvestrado solar contiguo. Le parecen excesivas cinco alturas, y con independencia de que tenga o no razón, como resultado inmediato supone que la zona se radique como expresión más genuina del feísmo y de la desidia otro montón de años. Esto al parecer ensalza y no desprestigia la muralla. ¡Qué cosas!