Pastor y Feijóo inauguraron los dos últimos tramos gallegos de la Autovía del Cantábrico

Intervención de la ministra Ana Pastor, junto a Feijóo, en el acto de inauguración de la A-8 (Foto: José Mª Álvez)
photo_camera Intervención de la ministra Ana Pastor, junto a Feijóo, en el acto de inauguración de la A-8 (Foto: José Mª Álvez)

La ministra de Fomento, Ana Pastor, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, han inaugurado hoy los dos últimos tramos gallegos de la autovía del Cantábrico A-8, que entrarán mañana en funcionamiento.

Se trata de los tramos Mondoñedo-Lindín y Lindín-Careira y son lo los últimos 15,9 kilómetros de esta vía de comunicación en su recorrido por Galicia. El presupuesto del contrato de obras del tramo Mondoñedo-Lindín ascendió a 88,69 millones de euros y el de Lindín-Careira a 85,79 millones, cantidades que sumadas al coste de redacción de los respectivos proyectos, el importe estimado de las expropiaciones y el coste de las asistencias técnicas para el control y vigilancia de las obras, se eleva a un total de 191,72 millones de euros.

A preguntas de los periodistas, Pastor ha indicado que los tramos pendientes en Asturias estarán finalizados, si no surgen impedimentos técnicos, este año.

De este modo ha dicho que el primero de los tramos asturianos pendientes será inaugurado en el próximo mes de julio y el segundo en diciembre, según las previsiones de los técnicos, ha insistido.

El Ministerio de Fomento informó, en una nota de prensa, que se trabaja con intensidad en la construcción del tramo de esta autovía A-8 entre Unquera y Pendueles, en Asturias, lo que permitirá completar la A-8 hasta Cantabria.

Con la puesta en funcionamiento de dos tramos inaugurados hoy, que oficialmente se producirá mañana martes, se podrá circular por esta autovía desde Galicia hasta la localidad de Llanes en el oriente asturiano.

Alberto Núñez Feijóo, que destacó que esta infraestructura multiplica la competitividad de la Comunidad gallega en un nuevo escenario económico, calificó la jornada de hoy como "un día histórico para Galicia, para a Cornisa Cantábrica y para España".

El presidente de la Xunta recordó que esta infraestructura, con una inversión estatal de 720 millones de euros y un trazado gallego de 86,8 kilómetros, es "un eje vertebrador" de Galicia consigo misma, con el norte de la Península Ibérica y con el resto del viejo continente a través del sur de Francia.

Incidió en el carácter estratégico de la vía, con especial incidencia en el tráfico de mercancías, y puso como ejemplo que un transportista que realice la ruta entre Santiago y Bilbao podrá ahorrar cerca de 100 kilómetros, 27 euros de peajes y unos 20 minutos de tiempo en relación con el viaje por Burgos y la Meseta.

Los dos tramos inaugurados hoy, que discurren por los términos municipales lucenses de Lourenzá, Mondoñedo, Abadín y Pastoriza, tiene un total de 15,9 kilómetros de longitud que discurre al sureste de la antigua N-634.

Disponen de dos calzadas, cada una con 2 carriles de 3,5 metros, arcenes exteriores de 2,5 metros e interiores de 1,0 metros separadas por una mediana de entre 2,0 y 6,0 metros de anchura según tramos.

Cuentan con dos enlaces completos: uno en Lindín con la carretera LU-124 Mondoñedo-Meira y otro en Careira con la carretera LU-P-0105, que a su vez da acceso a la N-634 a la altura de A Xesta.

La nueva autovía ha requerido, según Fomento, importantes y complejos trabajos de ingeniería, al discurrir por un terreno accidentado y geotécnicamente muy complicado, especialmente las laderas del monte Padornelo, por lo que se han tenido que realizar importantes desmontes, obras de drenaje superficial y profundo, muros de sostenimiento en los tramos a media ladera y gran número de estructuras de diversas tipologías, como diez viaductos (Grove, San Carlos, Monfadal, Fonte, Lindín, Curros, Vedros, Fiouco, Muras y Galgao), que suman una longitud total de 2.442 metros.

Fomento recuerda que con la construcción de la A-8 (Autovía del Cantábrico) se pretende canalizar el importante tráfico de largo y medio recorrido que discurre por el norte de la Península desde Galicia hasta el País Vasco, abriendo una nueva vía de comunicación segura, moderna y eficaz para las comunicaciones nacionales e internacionales, en sustitución de la actual carretera nacional 634 (San Sebastián-Santiago de Compostela).

Se trata, añade Fomento, de una infraestructura clave para la conexión de Galicia con las redes transeuropeas de transporte y la Cornisa Cantábrica.

 

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