Desde muy joven le apasiona la artesanía, crear y decorar objetos con sus manos para realizar sus propios diseños, pero convirtió su entretenimiento en un modo de vida en la madurez.
Hace alrededor de ocho años, la begontesa Julia López Novo, vicepresidenta de la Asociación de Mulleres Rurais de Begonte y socia del colectivo de palilleiras local, empezó a acudir a las ferias para mostrar y vender un abanico de propuestas variado, que engloba desde muñecas a flores de papel o maíz, sombreros de paja o diseños hechos con cuerdas.
«Es algo que me encanta, de ello no vivo, pero si pudiera sería lo mío», dice. «Es un entretenimiento y me gusta mucho el ambiente de las ferias», apunta.
Empezó motivada por apoyar una iniciativa en su pueblo, cuando se hacía la feria de artesanía de Pacios, pero hoy acude a otros eventos como la feria de Castrovedre, las citas de Castiñeiro Milenario en Begonte o la Tasca de Insua, en Vilalba, la última cita en la que participó estos días.
«Hoy ya no se vende tanto. La gente con la crisis dejó de comprar un poco», indica, mientras explica que sus diseños, además, tienen un público muy concreto porque no es una decoración demasiado moderna, pero que sí encaja mucho en casas rurales.
Trabaja con cuerdas, papel de colores, realiza broches o muñecas y su última propuesta es decorar todo tipo de sombreros
«No me gustan las cosas muy iguales, tampoco las muy recargadas. Me gusta la creatividad», dice, y narra su evolución, desde que empezó haciendo «cositas con ganchillo» hasta su última pasión, la decoración de sombreros, lo que más le gusta hacer hoy en día junto con el diseño de broches.
«Empecé con manualidades yo por mi cuenta y después nos juntamos un grupo de mujeres en Baamonde a hacer cursos, muñecas, máscaras... Más tarde, empecé a decorar con esparto y cordón, que también me gusta mucho, y luego empezamos a hacer muchas cosas a través de la Asociación de Mulleres Rurais de Begonte», dice una mujer aficionada al mundo de las manualidades, que probó un poco de todo: escayola, aunque no acabó de convencerla, algo de tapicería o madera, flores de papel, bolillos e incluso pintura al óleo, que es uno de los cursos a los que va actualmente.
«Me gusta hacer siempre cosas nuevas y probar materiales distintos», dice. «Ahora me estoy planteando centrarme en los sombreros, me encanta y funcionan bastante bien», dice esta mujer, que no se pone metas y tampoco barreras para seguir creando diseños diferentes con los que sorprender a la gente.
