Pambre no podrá visitarse este verano por el retraso de las obras del castillo

Los técnicos justifican la demora por las dificultades técnicas del proyecto y por algunas mejoras realizadas sobre el mismo, como hacer accesible al público la torre del homenaje
Exterior del castillo, en una fase anterior de las obras de restauración
photo_camera Exterior del castillo, en una fase anterior de las obras de restauración

El castillo de Pambre no podrá visitarse, en el mejor de los casos, hasta finales de este verano, ya que las obras de restauración que se están realizando en la fortaleza no terminarán hasta el próximo mes de julio. Los trabajos, que en un primer momento, estaba previsto que finalizasen a principios de año, ha ido acumulando ciertos retrasos a causas de las dificultades técnicas que entraña el propio proyecto.

Además, los responsables de la obra han acometido durante este tiempo diversas mejoras con relación al proyecto inicial. El más llamativo es que la torre del homenaje será accesible para todo el público en general y no solamente para visitas técnicas, como estaba previsto en un primer momento.

Pero, además, los técnicos que están trabajando en la fortaleza lograron sacar a la luz una parte del segundo recinto fortificado, «que estaba perdido baixo a vexetación» y cuya recuperación «foi moi laboriosa», según reconoce Mario Crecente, el arquitecto que dirige al equipo multidisciplinar que lleva a cabo esta restauración.

Los trabajos se encuentran ahora en una última fase, que consiste en la instalación de una compleja red de pasarelas, que delimitarán el recorrido que podrán hacer las visitas por el interior del edificio. «Trátase dun complexo traballo de medición, axuste e colocación das diferentes pezas», afirma Mario Crecente, quien recuerda que todas estas acometidas «están sendo o máis respectuosas posibles co edificio».

Crecente también recordó que hablar de plazos en un proyecto de esta envergadura siempre es arriesgado. «Neste caso, a edificación non só escondía máis complexidade da que se prevía, senón que tamén hai que considerar que a maioría das actuacións eran ao aire libre, polo que a climatoloxía tamén influíu».

Desde que se abrió al público, en junio de 2010, la fortaleza de Pambre fue creciendo paulatinamente en el número de visitas, hasta llegar a las 49.932 que se contabilizaron en 2012. El inicio de las obras de restauración, en noviembre de 2013, supuso la suspensión temporal de las mismas.

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