Palas espera la A-54 como agua de mayo

Exterior del castillo medieval de Pambre, emblema del municipio de Palas de Rei. Pepe Tejero
photo_camera Exterior del castillo medieval de Pambre, emblema del municipio de Palas de Rei. Pepe Tejero

La historia de Palas de Rei está íntimamente relacionada con su condición de lugar de paso y confluencia de vías de comunicación, por su estratégica situación geográfica, casi en el centro de Galicia. Su presente y su futuro marchan en el mismo sentido, con el aprovechamiento de su emplazamiento en el Camino de Santiago, desde el punto de vista turístico, y esperando la autovía Lugo-Santiago (A-54) como agua de mayo, por las perspectivas que abre para el desarrollo empresarial del municipio.

Fueron los romanos los que situaron a Palas de Rei en el mapa, con la vía que comunicaba Lucus Augusti con Iria Flavia y, después, en la Edad Media, tomaron el relevo los caminos Francés y Primitivo a Santiago, que confluyen en la villa que el visigodo Witiza eligió como capital de su reino en el siglo VIII. Ahora, en el XXI, el futuro de Palas de Rei está directamente relacionado con otra vía de comunicación, la A-54, que, al fin y al cabo, sigue prácticamente el mismo trazado que marcaron los romanos hacia el actual Padrón, pero que ahora sustituirá el pavimento de piedra por el aglomerado asfáltico.

Las posibilidades que abrirá la autovía para Palas de Rei son múltiples. Su actual polígono industrial ya es la sede de ocho empresas que, en algunos casos, como el de Jim Sport, aprovechan su emplazamiento estratégico para establecer las sedes de sus centros de distribución. El Ayuntamiento no es ajeno a esta situación y el alcalde, el popular Pablo Taboada, es consciente de la necesidad de crear más suelo industrial de cara al futuro. En el actual parque empresarial quedan muy pocas parcelas sin ocupar, pero en lugar de pensar en una ampliación, Taboada se muestra más partidario de crear un nuevo polígono con acceso directo a la autovía.

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