Palas de Rei se apunta al mestizaje

Los integrantes del campo de trabajo en la representación de su musical (Foto: AEP)
photo_camera Los integrantes del campo de trabajo en la representación de su musical (Foto: AEP)

En el campo de trabajo Viva Galicia, que se desarrolla en Palas de Rei, participan 17 jóvenes de numerosas nacionalidades. Los integrantes realizan diversas actividades de dinamización social, así como una obra de teatro en gallego con interpretación musical y bailes típicos de Galicia.

«O proxecto Viva Galicia é un reto moi grande e ó mesmo tempo moi gratificante, porque hai xente de tódalas partes do mundo que comparten experiencias». Así define el campo de trabajo, Xosé Garza, director de las actividades. Los componentes del campamento Viva Galicia se asentaron en  el área de Os Chacotes de Palas de Rei el pasado dos de agosto. Desde esa fecha, 17  jóvenes de numerosas nacionalidades — coreanos, franceses, italianos y brasileños, entre otros—  conviven en el campamento y aprenden a hablar gallego, al mismo tiempo que desarrollan varias actividades de dinamización social. Con todo, la principal peculiaridad de este proyecto reside en  que es uno de los pocos de este tipo que se desarrollan en España, y solamente hay otros  ejemplos en las provincias de Asturias, Madrid y Andalucía. Además «é o único, no que os compoñentes ademais de realizar as actividades tamén representan un musical», afirma el director.

Musical

El musical, denominado Viva Galicia, en honor al campo, ha sido creado y es interpretado en gallego por los voluntarios. La obra está ambientada en los años 70 y 80 y se desenvuelve en el escenario social de la transición democrática. Pretende también profundizar en la temática del éxodo de muchos gallegos a las ciudades en busca de una mejor calidad de vida, teniendo como fondo de debate el estatuto de autonomía. En este caso, la protagonista es María, una muchacha de pueblo que decide irse a estudiar a Santiago de Compostela.

Los actores son los propios componentes del campo, la mayoría principiantes, aunque algunos ya tienen experiencia en el arte dramático y otros saben tocar instrumentos musicales. Este es el caso de Verónica Cela, una joven de 28 años procedente de Seoane do Courel que lleva desde los diez años tocando la gaita. Además tiene estudios completos en el conservatorio, en el que se especializó en guitarra española. Cela está muy entusiasmada con la representación de la obra y considera que «o campo é unha boa actividade para coñecer xente e vivir unha experiencia distinta».

Los voluntarios, además, realizan actividades de todo tipo en varios concellos gallegos. «Decidimos dinamizar poboacións de pequeno calado, por iso recorremos pobos e non grandes cidades», asegura Garza. Los proyectos se concretan en otras dos actuaciones: la interacción con las personas mayores y una campaña de concienciación social para que los peregrinos no tiren la basura en el Camino .

En los centros de mayores, los voluntarios realizan un trabajo de dinamización a través de un obradoiro en el que preparan materiales y los primeros pasos de varias manualidades que los mayores completan y que se enviarán a una escuela de Perú. Asi mismo, los jóvenes representan pequeñas partes de su musical en las residencias y se divierten bailando y cantando con los mayores. De este modo, los integrantes del campo han visitado varios centros de Lugo, Guitiriz, Sarria, Vilalba, Antas de Ulla y Palas de Rei.

Otro de los programas que se desenvuelven el campamento es el denominado ‘Somos Lixo’. Un proyecto de concienciación ambiental en el que los voluntarios pretenden animar a los peregrinos a que no tiren sus desperdicios en el Camino de Santiago. Para este fin, los jóvenes acuden a varios tramos de la Ruta Jacobea y reparten bolsas reutilizables a los caminantes para que depositen sus desperdicios. En ellas dibujan una hormiga, la mascota que han diseñado, acompañada con frases de concienciación tales como «cuída el medio ambiente».

Los voluntarios también disfrutan, en sus ratos libres, de distintas actividades complementarias tales como tiro con arco, senderismo, rutas en bicicleta, rutas en canoa y visitas a diversas ciudades gallegas y a festivales.

Distintas experiencias

Los voluntarios están muy entusiasmados con su participación en el campo y cada uno valora la experiencia de forma distinta. «Quiero recomendarle este tipo de campamentos a todo el mundo, pues la experiencia es muy reconfortante», asegura Tae Kwan, un coreano de 23 años gran amante de la música que sabe tocar varios instrumentos musicales. «Lo que más me entusiasma son las representaciones de la obra», afirma Kwan. Otra integrante, Nerea Sáenz, que reside en Logroño, asegura que «la experiencia que más me ha emocionado ha sido visitar las residencias de mayores». Esta logroñesa, que ya ha estado hace unos años en otro campamento en Galicia, afirma que «esta experiencia es única».

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