Páez abrió con fotografías 'Las puertas de Rinlo' al Museo Provincial

Fernando Páez afirma que "Carlota Eirós me pidió que fotografiara gente para darle un toque humano al proyecto de declaración de BIC y yo fotografié gente; a mayores, como era un proyecto arquitectónico, fotografié arquitectura". Páez explica con sencillez su trabajo 'Las puertas de Rinlo', un conjunto formado por medio centenar de imágenes que muestra desde este jueves en el Museo Provincial de Lugo, que le supuso un año de visitas a esta localidad ribadense.

Carlota Eiros, la arquitecta que impulsa una campaña para que la Xunta dé amparo legal a esta propuesta, es también la promotora y comisaria de esta exposición. La muestra, que se puede visitar hasta el día 29, está integrada por doce reproducciones de imágenes sobre metal y unas cuarenta que se pueden ver en una proyección audiovisual.

El elemento más reiterado en la muestra son las puertas. Páez indica que eligió ese tema "como elemento unificador de la serie, también porque es un lugar importante de contacto con la gente, en el que hay un juego de incertidumbre que te pueden impedir el paso o invitarte a pasar. La puerta define a las personas que viven tras ella". El fotógrafo matiza "en el caso del sacristán que aparece en un confesionario, es porque representa la puerta a la salvación".

Los modelos que aparecen en las fotografías son vecinos de Rinlo con los que Fernando Páez hizo un trabajo de relación previo. Comenta que Carlota Eiros le presentó "dos o tres personas y, a partir de ahí, hice un trabajo de campo yendo a Rinlo los fines de semana para ir contactando con ellos". Reconoce que no le costó porque les explicaba el proyecto "y muchos aceptaban, mientras que otros querían salir porque sabían que habían salido los vecinos". Todos los retratados aparecen en las fotografías tal y como los encontró Fernando Páez "excepto el sacristán, que quiso vestir de cura".

Singularidad
La comisaria argumentó que esta muestra es un elemento más de la iniciativa 'A favor de Rinlo BIC' y tiene como finalidad "resaltar la singularidad y el valor patrimonial de este puerto marinero".

En ese sentido, la directora del Museo Provincial, Aurelia Balseiro, apuntó "el doble valor de esta exposición, en el sentido de reclamar ese BIC y del valor artístico de las propias fotografías".

La comisaria señaló que el medio elegido fue "el gusto de Fernando Páez por la representación silenciosa del paso del tiempo y el pulso por captar lo inenarrable".

"Las imágenes austeras, melancólicas y naturalistas son tanto un homenaje a las personas y a la naturaleza portentosa que los protege y alimenta como una reflexión sobre la sencilla y heroica relación que el mundo tradicional es capaz de establecer con el medio que habita y construye", añadió la arquitecta, Carlota Eiros.

El delegado provincial de Cultura, Antonio Veiga, destacó que esta muestra refleja la manera de vida que tienen los vecinos de un lugar peculiar de la costa lucense a través de los rostros de sus marineros, de sus mariscadoras, de sus casas o de los paisajes que definen esta zona.

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