Pablo Motos: ''Esta crisis ha hecho embrutecer al público''

ES, SIN DUDA, UNO DE LOS ROSTROS MÁS POPULARES de la televisión, aunque él se define como un enamorado de la radio, medio en el que comenzó su prolífica andadura profesional. Ahora, al frente de 'El hormiguero', ha logrado introducirse en los hogares españoles con éxito.

PREGUNTA: Recientemente 'El hormiguero' recibía el premio Rose d'Or, considerado, junto a los Emmy, como el galardón internacional más importante de la televisión. Sin duda, es un reconocimiento a tanto trabajo.
RESPUESTA: Nos hizo mucha ilusión, porque es impresionante que en Suiza se reúnan 22 personas a las que no conoces de nada para juzgar un total de 450 formatos de todo el mundo y elijan el tuyo como el mejor programa de entretenimiento del mundo. Estuvimos celebrándolo durante semanas.

P: Las 'reporteras' del programa, las hormigas Trancas y Barrancas, se han convertido en un producto de merchandising de éxito, ¿qué importancia tienen en el desarrollo del programa?
R: Son las auténticas estrellas. Pueden decir lo que no dice nadie y no te puedes enfadar con un muñeco de trapo. Son geniales y consiguen un punto de realidad paralela que a mí me encanta. Personalmente somos muy amigos, nos vemos continuamente fuera del trabajo y una parte de las vacaciones siempre la pasamos juntos. Tenemos una complicidad que creo que se nota  en antena y que es muy buena, porque es verdad.

P: ¿Cuánto tiempo de improvisación y cuanto de trabajo hay en su programa?
R: Depende de los días, pero en general tenemos una estructura muy definida, una especie de columna vertebral de lo que va a ser el programa, y sobre eso improvisamos todo el rato… En números, te diría que hay un 30% de guión y un 70%. Pero sin ese 30% que todos respetamos, el programa sería un desastre. La improvisación está muy valorada —quizás demasiado—, pero sin trabajo detrás es un horror. Si trabajas y te preparas las cosas, salen mejor.

P: ¿Hay alguien a quien no haya entrevistado y le gustaría hacerlo?
R: Me quedan muchos. Hollywood es muy grande y hay muchas estrellas internacionales que todavía no han pasado por el programa. ¡Ojalá que lo hagan!

P: ¿Vetaría a alguien?
R: Trabajamos para el público, de modo que no vetaría a nadie por cuestiones personales, pero tenemos que intentar traer a gente interesante, y no todo el mundo lo es.

P: Después de haber sido coordinador de guiones en 'El club de la comedia', ¿está muy pendiente del trabajo de los guionistas de su programa?
R: Participo muy activamente en el guión, de manera que soy uno más. Lo malo es que la última decisión esta vez la tengo yo y eso siempre implica decirle a veces a los demás que no me acaban de convencer sus ideas. Eso no me gusta y me siento culpable por ello. Un guionista escribe siempre con el corazón y te da lo mejor que tiene, y después hace un acto de valentía y te enseña su trabajo para que lo juzgues. Yo he estado mucho tiempo a las órdenes de los demás y sé que es muy duro. Valoro mucho el talento de mi equipo.

P: Una de sus normas es no gritar nunca en un plató, ¿lo aplica a rajatabla?
R: En un plató hay mucha presión: el tiempo corre en contra, las cosas fallan, tienes que improvisar, no paran de darte indicaciones, tienes que tomar cientos de decisiones que afectan a gente en décimas de segundo y es muy fácil perder los nervios. Pero el estado de ánimo de todo el equipo depende de cómo estés tú. No puedes contagiarles tus nervios porque los anulas y no dan el 100 por 100, que es para lo que estamos. Si gritas, tu equipo te acabará odiando.

P: ¿Cómo se compagina el estar al frente de un programa y de una productora de televisión al mismo tiempo?
R: A mí me gusta porque hacemos lo que queremos y me siento muy libre tomando las decisiones que tienen que ver con el dinero. En las productoras la mayoría del tiempo estás discutiendo de dinero, porque al productor le parece que todo es muy caro.  Aquí eso no pasa.

P: ¿Si alguna otra cadena le pidiera que produjera un programa para competir con 'El hormiguero' lo haría?
R: No creo que fuese capaz.

P: En un momento de su vida Julia Otero le dijo "ven" y lo dejó todo. La periodista y Luis Sánchez Polack 'Tip' han sido dos personas muy importantes en su carrera...
R: Siempre digo que gracias a Julia Otero dejé de ser un chico gamberro para hacerme un joven transgresor; parece lo mismo, pero no es igual: la etiqueta de transgresor tiene prestigio. Eso es lo que me dio Julia, además de su amistad y lo mucho que aprendí de ella. Es una mujer honesta, muy inteligente y que lucha en un terreno muy injusto para las mujeres. La admiro y la quiero mucho. Y Luis Sanchez Polack era mi amigo, venía a la radio y yo le preparaba el consomé, me llevaba con sus amigos a tomar tinto de verano para que aprendiese a escribir guiones en los bares, donde la inspiración está en todas partes. Luis siempre me hacía favores, siempre me decía a todo que sí. Su mujer me regaló su corbata favorita como recuerdo cuando murió y me dijo que cuando le dio el primer ataque estaba escuchando una cinta con una grabación de mi programa de radio. Mi corazón no lo olvida.

P: Asegura que de pequeño era un niño hiperactivo, ¿sigue arrastrándolo ahora?
R: La verdad es que tengo mucho trabajo y mi posible hiperactividad está más que cubierta, no me vendría mal algo de tranquilidad.

P: ¿Han cambiado sus perspectivas de futuro profesionales en los últimos años?
R: Pues sí, antes tenía claro que quería acabar mis días en la radio y ahora no sé lo que pasará mañana.

P: Cuando empezó su carrera profesional en la radio, ¿tenía claro cuál era su meta?
R: Cuando empecé en la radio tenía sueños, y tengo que decir que se han cumplido. Ha sido un viaje maravilloso.

P: En teatro ha sido director de guiones, uno de los autores de '5hombres.com', '5mujeres.com' y 'La vida según San Francisco', además de actor. ¿Dónde ha quedado esta faceta?
R: Hice teatro durante un par de años para aprender a estar en el escenario, pero mi objetivo no era ser actor, sino saber llenar el espacio cuando estás frente al público, que da mucho miedo. Aprendí mucho con Enrique San Francisco y somos grandes amigos.

P: ¿Cree que en la televisión está todo inventado?
R: Desde luego que no. Lo que creo es que cada vez se inventa menos. La crisis está embruteciendo al público, que para liberarse necesita cada vez contenidos más duros. Esto es muy limitador creativamente hablando. Y, por otro lado, las empresas no se pueden permitir el lujo de fallar porque no hay dinero. Al final todo el mundo va a lo seguro. Eso es malo, pero así están las cosas.

P: ¿Cree que la vida es más agradable cuando se alcanza el éxito profesional?
R: El éxito y el fracaso son mentira. El talento o el nivel de una persona no se mide por sus éxitos o sus fracasos; de hecho, yo no conozco a nadie interesante que no haya fracasado muchas veces. El éxito es otra estafa, provoca muchas envidias a tu alrededor que son bastante incómodas. Si tienes mucho éxito hay un montón de supuestos amigos alrededor que están deseando que te estrelles, y tú, antes o después, les complaces.

P: Ha dicho en alguna ocasión que es un perfeccionista patológico, ¿cree que esto lo ha perjudicado o beneficiado en su carrera profesional?
R: Ser perfeccionista te da una energía extra para intentar hacer las cosas lo mejor posible. Tienes energía para trabajar una hora más, pero se sufre, porque a la hora de los resultados nada te parece bien. Siempre pones la lupa donde has fallado y disfrutas poco de lo que ha salido bien.

P: ¿Cuántas horas trabaja al día?
R: Unas doce, pero hay mucha gente de mi equipo que trabaja más.

P: Como dice la canción, ¿a qué dedica el tiempo libre, o tal vez no lo tiene?
R: En este momento, los fines de semana trabajo con mucha intensidad, pero dadas las circunstancias tengo que dar gracias por tener tanto trabajo.

P: ¿Le gusta mantenerse en forma?
R: Llevo una vida saludable. Valentín Fuster, uno de los mejores cardiólogos del mundo, me dijo que cuando estás en una mesa de operaciones a corazón abierto no se nota si tienes poder o dinero, sólo si haces deporte, y de eso dependerá que salves la vida o que te mueras en la operación. Después de esto me dijo: "Hasta los 40 el deporte es una prioridad, a partir de los 45 es la prioridad". Intento hacerle caso.

P: ¿Se acuesta todas las noches pensando en las audiencias?
R: Cada vez menos.

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