Otros dos bares sufren la ola de robos que afecta a la Costa

"La Guardia Civil dice que está habiendo en estas fechas un repunte de los robos en la comarca y que suele ocurrir en invierno", señalaba este jueves uno de los hosteleros mariñanos afectados por los delitos ocurridos en la Costa la pasada madrugada. De uno de estos locales, O Zoco de Cervo, se llevaron unos 800 euros en metálico, además de botellas de licores y de un ordenador, tras romper el cristal de la puerta principal. En el restaurante focense A Farola, cercano a la playa de A Rapadoira, sustrajeron el contenido de la máquina tragaperras, de la caja registradora y causaron destrozos en el falso techo, desde donde accedieron al local, después de forzar el acceso al almacén. 

Un perito del seguro y los gestores de la máquina tragaperras acudirán a valorar y tasar, tanto los destrozos sufridos en el establecimiento de Foz, como las pérdidas ocasionadas por el robo, que los propietarios no han podido precisar aún. En cualquier caso, el contenido de la caja registradora apenas asciende a cinco euros que el personal dejó para el cambio. 

Es el segundo robo que sufre el local en poco más de un mes y medio. Pese a que dispone de alarmas, nada pudo evitarlo. El restaurante abrió este jueves con normalidad, pese a lo ocurrido, y el personal subsanó los daños al menos momentáneamente cerrando con cadenas los accesos forzados. 

Para la hostelera Elsa Ares tampoco es el primer robo que sufre, puesto que antes de regentar desde hace más de dos años O Zoco, de Cervo, tuvo un local en Burela, "que tenía cámaras de vigilancia y alarma; estos equipos ayudaron a identificar a unos chavales que entraron a robar unos mil euros. Pero aún con todo, no se pudo hacer nada. Los detuvieron pero nunca se recuperó lo robado". Por eso, ahora, solo confía en la suerte de que no vuelva a tocarle. 

Tras romper un cristal de este local, que está casi aislado al lado de las antiguas fábricas de Sargadelos, los ladrones accedieron hacia las tres de la madrugada, según calcula Ares, para llevarse un ordenador portátil, cuyo valor ronda los cien euros; cinco botellas de licores "buenas, ya que en total pueden costar unos 120 euros", además de los alrededor de cien euros que guardaba en la caja registradora. 

Pero lo que más le duele a la propietaria, de los cerca de 800 euros en metálico que le han robado, es el contenido de los botes del local: "Uno de ellos era una hucha en la que los clientes iban metiendo dinero que yo iba a utilizar para los regalos de Navidad de mis hijos", lamenta. Otra cantidad que deberá reponer era la que se iba donando para la asociación turística local Os Romeiros, de Sargadelos, y una más de la peña formada para jugar a la Primitiva.