El socialista Óscar Puente Santiago, hijo de un sarriano, es desde el pasado sábado el nuevo alcalde de la ciudad de Valladolid, que cambia de color de gobierno tras 20 años bajo el mandato del popular Javier León de la Riva.
Su proclamación fue posible gracias al apoyo de los cuatro concejales de Toma la Palabra y tres de Sí se Puede que, junto con los ocho de su propia formación, suman los 15 votos necesarios para gobernar esta ciudad.
En su discurso de investidura, el nuevo alcalde recordó sus raíces e insistió en la importancia que tiene para él la familia
En su discurso de investidura, difundido por los medios vallisoletanos, el nuevo alcalde recordó sus raíces e insistió en la importancia que tiene para él la familia. Según desveló, su padre, Óscar Puente Varela, nació el 27 de diciembre de 1939 en el lugar sarriano de O Mazo -parroquia de Santalla de Arxemil- conocido así "por su proximidad a una fragua, en pleno corazón de los bosques de carballos de Sarria". Con 15 años, emigró a Madrid y "por avatares del destino acabó en Valladolid y conoció a Carmen Santiago del Barrio", madre del nuevo alcalde.
Óscar Puente, de 46 años, tuvo palabras de homenaje a sus progenitores, presentes en el salón de plenos, además de recordar a su abuelo materno, de quien dijo que estuvo en prisión por ser socialista, la misma razón que le hizo perder su condición de funcionario en el Ayuntamiento de Valladolid que ahora rige su nieto.
Puente pronunció un emotivo discurso en el que ofreció transparencia total para un cambio "imparable" y se propuso lograr "el respeto, la complicidad y la incorporación a este proyecto de quienes no han creído y aún no creen en él". Además, se definió a sí mismo como "de los de abajo" y se comprometió públicamente con aquellos "que no han tenido fortuna a la hora de nacer".
El nuevo alcalde, casado y con dos hijas, es licenciado en Derecho, aficionado al teatro y los deportes, concejal en Valladolid desde 2007 y secretario general de su partido en la ciudad desde 2008.
