La Orde das Donas e Cabaleiros do Priorato de Vilar de Donas, Os Lobos, remitió sendos escritos a la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, a la Secretaría Xeral de Turismo y al Concello de Palas de Rei, para pedir la rehabilitación de los diversos recursos patrimoniales que existen en el entorno del castillo de Pambre y que conforman el denominado Roteiro Irmandiño.
Este colectivo cultural hace referencia en su escrito al entorno del río Pambre, el puente romano, el castro de Remonde, O Muíño de Enrique y la Planta da Luz do Coello, a la que definen como uno de los primeros "aproveitamentos hidroeléctricos de Galicia" y que en tiempos proporcionó energía eléctrica al castillo de Pambre.
Os Lobos también ha alertado al Concello de Palas de Rei sobre el mal estado en el que se encuentra la cubierta del monasterio de Vilar de Donas
Para esta construcción, que en la actualidad es propiedad de la Xunta y que está en estado de total abandono, Os Lobos demanda una "urxente intervención", que no solo contribuya a un mayor conocimiento de su existencia, sino con el fin de que recupere la finalidad principal para la que fue construida: producir electricidad.
Este colectivo palense cree, además, que el coste de la rehabilitación puede ser recuperado posteriormente gracias a la electricidad que produzca la propia central o, en su caso, propone a las administraciones que busquen el patrocinio de alguna empresa eléctrica para que ponga en valor esta instalación a través de la fórmula de mecenazgo.
A través de la recuperación de todos estos recursos existentes, que, según Os Lobos, constituyen un completo "museo do territorio", el creciente número de visitantes que cada día acuden a conocer el castillo de Pambre podrían tener una visión más amplia del papel que desempeñó la fortaleza a lo largo de los siglos.
Os Lobos también ha alertado al Concello de Palas de Rei sobre el mal estado en el que se encuentra la cubierta del antiguo edificio del monasterio de Vilar de Donas. Este escrito ya fue contestado por el gobierno local, quien indicó que ultima un acuerdo con el Obispado de Lugo, que es el propietario del bien.
