El Instituto Tecnológico de Galicia (ITG) inició un proyecto con la cooperativa Os Irmandiños para aplicar en sus cultivos una monitorización de los mismos mediante un sistema de precisión que utiliza tecnología sin cables. Se trata del proyecto bautizado como SmartCROPS enmarcado en el Plan Gallego de I+D que permitirá mejorar el rendimiento y eficiencia de las explotaciones agrarias pertenecientes a la cooperativa afincada en Ribadeo contribuyendo al desarrollo de una agricultura sostenible en Galicia.
Según los responsables del Instituto Tecnológico de Galicia, la solución que prueban para este proyecto consiste en la realización de un estudio continuo de las explotaciones agrarias de la cooperativa ribadense en cuanto a tamaño, variabilidad del terreno, tipología de cultivos e influencia climática.
Con todo ello, lo que se permite es crear posteriormente «modelos predictivos de cultivo en cuanto a rendimiento y enfermedades».
Finalmente, se pondrá en marcha el sistema de sensorización para la medición de variables críticas para el seguimiento del estado de la plantación.
«Gracias a estos sensores inalámbricos», explican desde el ITG, «el gestor del cultivo dispondrá de información en tiempo real de las condiciones de la explotación».
Las ventajas de un proyecto de estas características son muy variables porque supone que los responsables de estos cultivos podrán disponer de una amplia gama de datos accesibles en todo momento y en todo lugar a través de cualquier dispositivo con acceso a internet.
Esto significa que se encuentren donde se encuentren, los cuidadores de las plantaciones, o los propios responsables de Os Irmandiños, podrán utilizar dispositivos como una PDA, un ordenador o incluso un teléfono móvil con conexión a internet para acceder a dichos datos.
Decisiones
Los diseñadores del proyecto apuntan que gracias a esto se va a facilitar mucho la tarea del agricultor, ya que dispondrá de una serie de información que le va a permitir tomar una serie de decisiones importantes «en el momento preciso, rebajar los costes y mejorar la eficiencia del cultivo».
Además, hay que destacar que desde el ITG subrayan que este programa tiene «un bajo coste de instalación», así como de «consumo». También supondrá un impacto ambiental «mínimo».
Todo ello, aseguran sus creadores, convierte al SmartCROPS en «una herramienta inmejorable de soporte para la toma de decisiones por los responsables técnicos de los cultivos».
Todo ello contribuirá a aliviar la situación económica de muchas explotaciones agrarias que se están viendo en peligro en los últimos meses a causa de factores de lo más diverso.
