El colectivo mariñano está de cumpleaños. Celebra una madurez que se fraguó en los años 70, con la llegada a Foz de Constantino Mariño, su impulsor. En las últimas décadas la asociación ha contribuido a cambiar la percepción negativa de los hongos.
años 70, en Foz. Constantino Mariño fue destinado a la villa bañada por la ría que forma el Masma para dirigir la Agencia de Extensión Agraria. Su trabajo no le impidió mantener su matrimonio con las setas, tachadas de ‘pan de cobra’ por los lugareños, incrédulos ante la posibilidad de comer esos hongos surgidos de la tierra en otoño. Para desmitificar la peligrosidad de la setas, Mariño entró en O Lar, en el puerto de Foz, con un puñado de setas y su hija, de cuatro años. Pidió permiso para ir a la cocina. Preparó las tapas y, antes que a nadie, le dio a probar a su hija. «Veis como no pasa nada», dijo.
Mariño fue «todo» en el inicio de la micología en A Mariña. Fue quien inspiró la creación de la Asociación Amigos das Setas Os Bolouros, registrada oficialmente en 1979, y que ahora cumple 35 años. Mariño fue el germen. El hombre que desplazó del anonimato a los hongos, quien hurtó de la mala fama y la peligrosidad a las setas, hoy tan valoradas por los grandes cocineros.
CALENDARIO. Salidas, selección y degustación
- Dentro de la Semana Micolóxica que organiza Os Bolouros, la próxima actividad es la recepción e identificación de especies que tendrá lugar en el Xoyma mañana a partir de las ocho y media de la tarde. El jueves habrá degustación de ‘funxitapas’ en el Barrilete, a la misma hora. La próxima salida será el domingo 17 a Sarria. El día antes, el sábado, habrá un Xantar Micolóxico en el Rincón de Anita.
Una zona donde abundan los níscalos, los boletus, las lepiotas o la cantarela
A Mariña es una zona rica en setas, a pesar de la deforestación que sufre y las grandes extensiones de eucaliptales. Entre los hongos comestibles más abundantes se encuentran los níscalos, las lepiotas, los boletus, el champiñón silvestre, la lengua de vaca y la cantarela. Todas ellas son comercializables menos la lepiota.
