El alcalde de Lugo, José López Orozco, hizo este lunes con una "visión muy positiva" el balance sobre las fiestas patronales de San Froilán, cuyo programa concluyó este domingo, y destacó que la ciudad recibió más de medio millón de visitantes, a pesar del mal tiempo. Orozco consideró que hubo "unos festejos muy dignos" con cerca de 550.000 visitantes durante las festividades, incluido el festival Muralla Rock, el pasado 3 de octubre, como prólogo al inicio del programa oficial de las patronales.
Según el alcalde, las de este año "fueron unas grandes fiestas, a pesar de la lluvia" y hubo "grandes conciertos y verbenas que gustaron mucho a la gente".
La concejala de cultura, Carmen Basadre, le dio a las fiestas "un notable alto". Cifró en 550.000 los visitantes, "una cifra muy similar a la del año pasado". La edil facilitó más datos como que casi 9.000 personas —el triple que en 2013— pasaron por la caseta de información del Ayuntamiento o que 30.000 lo hicieron por la feria Gastroarte de la Avenida de Ramón Ferreiro.
Con estos resultados, la concejala hizo un balance "muy positivo", aunque no exento de autocrítica. En este sentido, apostó por, en el futuro, "adaptar los precios a los tiempos en el recinto ferial" y reconsiderar el papel de las casetas del pulpo para que "no se conviertan en restaurantes de lujo".
BALANCE DE LA OPOSICIÓN
Los dos grupos de la oposición no compartieron esta visión tan optimista. Por el PP, el concejal Ángel Trabada llegó a decir que las fiestas fueron "un fracaso premeditado". El edil aseguró que el gobierno local pretende "acabar con el San Froilán, con el objetivo de que la única fiesta de Lugo sea el Arde Lucus". Lo hará, añadió, "del mismo modo que en su día el gobierno socialista terminó con el Corpus".
Para Trabada, "ni con el recinto ferial reducido prácticamente a la mitad el gobierno ha sido capaz de elaborar un programa atractivo, por lo que la asistencia de personas ha caído de forma alarmante".
En opinión del BNG, la calidad del programa presentado por el gobierno local "no se correspondió con el presupuesto" de 650.000 euros, dado que fue "escaso en cantidad y calidad". "Las actuaciones que se vendieron como más importantes no eran ninguna novedad", dijo la portavoz local del BNG, Paz Abraira.
La edil nacionalista hizo un repaso crítico de varias actividades: habló de la improvisación en el día del traje y el homenaje a Rosalía de Castro, del "engaño a los artesanos" que supuso, a su juicio, la feria Gastroarte, y de la "desaparición" del San Froilán Miúdo, ya que "las actuaciones para los más jóvenes se diluyeron en medio del programa".
