Oposiciones

EN DEMASIADAS OCASIONES existieron sombras en los procesos de selección de personal para las administraciones públicas. La acusación de que algunas instituciones eran utilizadas laboralmente como pago de favores salpicaron en exceso la política gallega, por eso en este tema, como en muchos otros, la concordia y el entendimiento entre los partidos debería primar con la meta de un acuerdo sólido que borrara cualquier atisbo de duda en concursos u oposiciones para cubrir puestos de trabajo. Se debería lograr a menos que alguno de los actores políticos no esté por la labor. Dos altos cargos que al mismo tiempo formaban parte de un tribunal y optaban a plaza renunciaron a integrar el grupo de examinadores, pero incluso así la polémica continuó en el Parlamento con palabras gruesas. De ese espectáculo estaríamos libres si los partidos armaran un escenario en el que todo fuese transparente.

MAYOR OREJA
Mayor Oreja volvió a repetir este miércoles en el programa de Carlos Herrera la acusación al Gobierno de negociar con Eta. Si son graves las afirmaciones, más preocupante resulta que un político que ocupó cargos de la máxima responsabilidad, y que representa al electorado español, equipare los objetivos políticos de la banda terrorista Eta y los del presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero. Es una indecencia. No todo puede valer en política, salvo que uno se salga ya por los límites de los extremos. El comparsa de Iturgaiz se suma y dice que le corresponde al Gobierno demostrar que no es cierto. La gravedad de lo que dice Mayor Oreja no puede basarse en una intuición: ha de basarse en pruebas claras. Lo contrario es el mundo al revés. Mayor Oreja es un viejo experto en lanzar divisiones de gran calado en la sociedad. Tuvo una breve aparición en una campaña gallega, aplicando el modelo vasco. Ningún favor le hace al PP ni daño a Zapatero con tal artillería, por muy pesada que sea.

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