Obstáculos en Portugal

EL SISTEMA DE COBRO que acaba de implantarse en las autovías del norte de Portugal parece más un obstáculo en la intercomunicación de Galicia y el Norte portugués que una forma de recaudar por la vía de instalar un peaje. La decisión de establecer este pago puede ser criticable por los usuarios portugueses y españoles, pero el sistema instaurado de alquilar un aparato para poder viajar, con un coste mínimo de 50 euros, es una forma de poner freno a una interrelación comercial y turística que fomentaba el conocimiento mutuo y la aproximación entre ambas regiones. Si realmente no se ha decidido el sistema de cobro desde el planteamiento de establecer barreras entre ambas regiones, se ha hecho desde la incompetencia. Pero como la polémica viene de meses atrás, el conocimiento del desacierto era evidente. La protesta del comercio y la hostelería portuguesas fue patente. La medida continuó su marcha y la pregunta es qué objetivo pretende. Para establecer un peaje, hay otros métodos que lógicamente suponen puestos de trabajo. Tampoco hay constancia de que desde que se anunció la medida, hace meses, las autoridades españolas hayan realizado gestiones para que las portuguesas establezcan otro sistema de cobro que no suponga un obstáculo mayor todavía que el propio pago.

NEGOCIAR SOBRE LA FUNCIÓN PÚBLICA
La negativa en redondo de los sindicatos a negociar cambios en las condiciones de los funcionarios de la Xunta de Galicia, particularmente en los niveles altos, supone situarse al margen de la realidad económica en la que se encuentra Galicia. Estos cambios que propone la Xunta y otros que impondrá la realidad convendría empezar a negociarlos.

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