''O Visa co que corremos sae ata no vídeo de voda''

Marina y José, con su Visa (Foto: Pepe Álvez)
photo_camera Marina y José, con su Visa (Foto: Pepe Álvez)

la historia en común del matrimonio formado por Marina López y José Mato, de Portomarín, está muy ligada a la del Citroen Visa que luce impecable en su taller pese a los muchos kilómetros que acumula. José heredó la pasión por el motor de su madre, Teresa, la primera mujer gallega en ejercer de taxista, y de niño ya conducía sobre un cojín el Seat familiar. Cuando conoció a Marina le inculcó esa afición y empezaron a ir juntos a las carreras que él disputaba con un kart.

Tras muchos rallyes a pie de cuneta para ver a sus ídolos, en 2001 -y gracias al apoyo de familia, firmas locales y Concello- empezaron a competir con el Visa, él al volante y ella de copiloto. «Ao principio cantaba notas moi básicas, e cando o coche non podía correr máis, acababa berrándolle a José ‘dálle, dálle’», recuerda entre risas Marina. «Entendíamonos moi ben, era a mellor», zanja él. En esos años, en los que varios amigos se ocuparon de las tareas de asistencia, el coche nunca falló y solo sufrieron un susto, por un despiste. «A xente facía señas de que parásemos porque estaba ardendo un coche, pero pensamos que nos animaban a apretar; saímonos pola dereita», relatan. De su trayectoria, con buenos puestos en su clase, recuerdan en especial su debut en Lalín y el último rallye en Noia en 2006, en el que, aunque aún no lo sabían, Marina estaba embarazada. Fue entonces cuando dejaron las carreras y vendieron el Visa «a un coleccionista de Soria».

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