El Concello de O Incio remitió ayer un escrito a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) instando a este organismo a subsanar las «deficiencias» detectadas en la traída de agua que surte a los núcleos de Vilasouto, Calvos, Vila Reguenga y parte de Laiosa. Este petición se realiza tras conocerse que los análisis realizados por la Consellería de Sanidade detectan parámetros anormales en esta agua, por lo que «no es apta para el consumo».
Ante esta situación, el Ayuntamiento mantiene la alerta y la recomendación a los residentes en estos cuatro núcleos de no ingerir agua procedente de la traída propiedad de la Confederación. El resto del municipio se surte de la red municipal que no está conectada al embalse de Vilasouto y no presenta problema alguno.
El alcalde, Ángel Camino, solicitó la colaboración de Sanidade tras detectarse en la presa la presencia de cianobacterias. Tras unos primeros análisis dudosos, se recibió ayer el resultado de las pruebas definitivas, según las cuales el agua que llega a estos cuatro núcleos de O Incio tiene «deficiencias». «El incumplimiento de los parámetros biológicos analizados indican que el agua no es apta para el consumo entre tanto nuevas analíticas no lo demuestren», explica el alcalde en un bando.
El Concello envió ayer mismo estos resultados a la Confederación por mensajero, al tiempo que instó a este organismo a garantizar la potabilidad del agua en esta zona. Según señala Camino, la CHMS es la «gestora» del abastecimiento a estos cuatro núcleos de O Incio y, por tanto, a ella corresponde asegurar que el agua llega en perfectas condiciones y poner los medios necesarios para solucionar los fallos detectados.
Filtros
En el caso de Bóveda, donde la traída municipal procede del embalse, las analíticas ya determinaron la pasada semana que el agua es potable y apta para el consumo humano. El Ayuntamiento anunció ayer que desarrollará un proyecto para evaluar la colocación de filtros de carbono en la red de abastecimiento y evitar, de este modo, que posibles situaciones de contaminación puedan perjudicar a los vecinos. El alcalde, José Manuel Arias, explicó que la medida se tomó después de lo ocurrido en las últimas jornadas en la presa de Vilasouto, afectada por la presencia de estas cianobacterias potencialmente tóxicas.
Arias insistió en que el alga que afectó a Vilasouto no llegó al agua de la traída municipal y que desde el Ayuntamiento se reforzaron los análisis para mantener la situación totalmente bajo control. En la actualidad se realizan analíticas diarias. Pese a ello, el equipo de gobierno decidió tomar medidas preventivas para el futuro y una vez esté listo el informe sobre los filtros se buscará financiación para proceder a su instalación.
Además, el regidor bovedense aclaró que la empresa Aquagest se encarga de extraer muestras del agua que entra a los depósitos, de la que sale del depósito hacia la traída y de la que llega a varios domicilios. En todos los casos se dio una ausencia total de microcistinas, que son las toxinas que puede desarrollar la cianobacteria que hay en el embalse y que de consumirse podrían producir problemas hepáticos.
Arias repitió que los análisis dan presencia cero de toxinas y que, si en algún momento esa cifra cambiase, de inmediato se cortaría el suministro para evitar complicaciones.
EVOLUCIÓN. La presencia del alga disminuye poco a poco
- Las cianobacterias son una especie de alga cuya presencia en el embalse de Vilasouto disminuye poco a poco en los últimos días, gracias al cambio de temperaturas.
- Estas algas se alimentan del sol, por lo que su actividad se concentra en la capa más superficial del embalse y se incrementa con el calor, lo que incluso produce mal olor.
Color rojo
- La bajada de temperaturas y la acumulación de agua favorece su descomposición y en las últimas horas se aprecia una ligera mejoría en la situación, si bien el agua del embalse sigue presentando una tonalidad rojiza y, en algunos puntos, un aspecto espumoso.
