O Courel se libró en los años 60 de la construcción de un gran embalse

Saltos del Sil realizó catas en Vilamor después de construir un vial cerca del río Lor, pero se echó atrás al encontrar terreno inestable ► El salto alcanzaría el entorno de Ferrería de Seoane y anegaría más de seis pueblos, donde entonces vivían unas cien familias
Zona de O Courel donde se iba a hacer el embalse
photo_camera Zona de O Courel donde se iba a hacer el embalse

La sierra de O Courel es una de las mejor conservadas de Galicia, a pesar de la existencia de canteras de pizarra, y por eso se contempla como futuro parque natural. Pero hoy sería totalmente diferente si se hubiese materializado el plan de creación de un embalse en la zona de Vilamor para aprovechar los caudales de los ríos Lor y Lóuzara.

El proyecto empezó a principios de la década de los 60 con la construcción de una pista para llegar al lugar de O Carrozo do Inferno, donde se iba a levantar la presa. Después de varios años de obras, en las que trabajaron un par de cientos de personas, las prospecciones dieron un resultado negativo. La existencia de pizarra y numerosas cuevas darían lugar a filtraciones.

Los vecinos descartan ahora cualquier proyecto similar, pues en otra zona de la sierra se intentó levantar hace poco una minicentral eléctrica y se detuvo el proyecto, pero en los años 60 fueron numerosas las personas que vieron truncadas sus aspiraciones para trabajar en el embalse y también para vender algunas de sus tierras. Incluso se volcaron de lleno para que no quedase ningún rincón de ellas sin plantar. Así se conseguiría más dinero a la hora de ser vendidas o expropiadas.

La presa que se pretendía levantar en O Carrozo do Inferno no sería una minicentral, sino que su magnitud daría lugar a un embalse de al menos unos diez kilómetros. Lo indican algunas personas que trabajaron en la construcción de la pista para sondeos y catas, aunque tampoco recuerdan los datos exactos. Eso sí, estiman que al menos los lugares de Valdomir, A Campa. Touzón, A Pendella, Ferreirós de Abaixo y parte de Lousadela quedarían anegados. Con ello, en torno a un centenar de familias tendrían que abandonar sus casas.

"Sería un gran embalse y una fuente de recursos para todo O Courel, más en aquellos tiempos que prácticamente de todas las casas comenzaba a salir gente hacia el extranjero", señala Manuel Vila Álvarez, un jubilado de las canteras de 55 años y vecino de Vilamor. Recuerda que algunos de los suyos trabajaron en la creación de la pista, aunque sentencia "que en la actualidad sería un desastre porque en las centrales está todo informatizado y se controla un montón de ellas desde una. Al final sería perjudicial para lo que hoy es O Courel, un punto de atracción turística y futuro parque natural. Con tanta agua cambiaría el clima y estaríamos casi siempre rodeados de niebla".

Luis Fernández Fernández, de 83 años, también de Vilamor, trabajó en las obras iniciales de la central eléctrica. "La previsión era que el embalse llegase hasta A Ferrería y aprovechase el río Lóuzara. En línea recta pueden ser unos diez kilómetros. Trabajamos en el remate de la pista abierta desde Vidallón hasta Vilar. Entonces ya había máquinas, pero necesitaban mano de obra para las cunetas, expandir la piedra y construir las arquetas del alcantarillado. Fue una buena época porque durante unos dos años y medio hubo trabajo para todo O Courel".

Sobre su opinión en torno a la creación del embalse, "la gente estaba contenta porque se pensaba que la central se haría en las inmediaciones, pero al hacerse las obras ya se supo que la pretensión era hacer una tubería hacia A Ermida, en Quiroga, y levantar allí lo que se llamaba la fábrica de la luz, la central", destaca.

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