O Apóstolo

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Título: ‘O Apóstolo’. Director: Fernando Cortizo. Reparto: Animación. Doblaje: Carlos Blanco, Paul Naschy, Xosé Manuel Olveira ‘Pico’, Luis Tosar, Geraldine Chaplin, Jorge Sanz. Cines: Hollywood (Monforte) Calificación: 3/4

EN LOS albores del proyecto inconcluso de una industria audiovisual gallega, las cabezas pensantes repetían un mantra con visión correctora del futuro: necesitamos técnicos. La construcción del relato, o la materia prima con la que se hacen las películas destinadas al público, se suponía que venía de fábrica en el ADN fabulador de nuestras raíces. Se potenció la técnica y la artesanía de cine y televisión, pero este crítico siempre pensó que se descuidaba la formación básica audiovisual como una cultura que enseña a ver el mundo desde una óptica abierta y multidisciplinar. Preguntarse por los porqués más que por los cómos en ese proceso de transmisión artística y comunicación narrativa.

‘O Apóstolo’ tiene vocación de enseñar al mundo las capacidades técnicas de un país pequeño, con una industria inexistente y en medio de un huracán que amenaza con llevarse lo poco que queda en pie. El mérito de la propuesta y el resultado satisfactorio es digno de admiración, y tan merecedor de respeto que oculta las irregularidades que se le puedan achacar. Cortizo dirige un prodigio de poco más de una hora de duración a la vez que crea una escuela de animadores ‘stop motion’ para un futuro incierto, y lo hace recuperando tradición fabuladora de nuestras historias populares de muertos y espíritus errantes.

Desde su inicio en los túneles de una prisión, de la que escapa el protagonista, hasta la recreación de la aldea donde peregrinos del Camino de Santiago quedan atrapados como sacrificio a la Santa Compaña, sobresale el afán de mimo y cuidado del detalle en el atrezzo.

Pero es imperfecta en su afán perfeccionista. Técnicamente impecable y con una creación de atmósferas de plastilina asombrosa, ‘O Apóstolo’ asienta su importancia en la ambición y en la apertura de un camino en la animación gallega con posibilidad exportadora, que es el único que la haría sostenible. Sin embargo, ese mismo mimo no se demuestra en el trato con el texto, fiel a unos parámetros tradicionales, pero descuidado en su empaquetado final.

‘O Apóstolo’ es una demostración de oficio y fruto de un proceso largo en el que la administración hizo su papel. Ante el derribo del andamiaje del dinero público solo queda que las estructuras se mantengan en pie con el ímpetu de cuatro valientes.

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