''Nunca en mi vida he visto una película entera''

Juan José facendo NO-DO
Juan José facendo NO-DO (Ilustración: VINICIUS)

En el 75 estuve a punto de marcharme a Alemania. Pero resulta que donde yo trabajaba, en A Coruña, había una señora que me dijo que fuera al cine Riazor a ver una película. No se me olvidará jamás el título: «Un emigrante busca mujer para casarse». En ella se veía cómo se llevaban las chicas con contrato de trabajo y luego las colocaban en las casas. En unas terrazas les ponían una típica luz roja y los hombres, sabiendo que allí había chollo, entraban a lo suyo. A mí me entró tal congoja con aquella película que decidí no marchar a Alemania.

María Moreira Almeida / Monforte de Lemos

Había que llegar pronto a la taquilla del cine y ponerse a la cola, porque muchas veces no se podían conseguir las entradas si uno se retrasaba. Se formaba la cola, mirando con cuidado que no se colase ninguno delante y fijándonos si los que ya habían sacado la entrada, también traían en la mano el programa. Aunque no conseguía ir todos los domingos, porque un duro no daba para mucho y más de un día mi hermano me convencía para que con mi paga, fuese a un kiosko de la Ruanova para cambiar los tebeos y me tenía que quedar sin peli.

Carlos Varela Prieto / Lugo

Una década después de la apertura, este cine de los Barbagelata se trasladó a la actual Avenida de Galicia, a un moderno local en cuya fachada todavía lucían alguna de las barrocas figuras de su pabellón de ferias. Cerró su puertas en 1949. La competencia de las nuevas salas, teatro Lemos, Capitol y Fraternal firmaron su desaparición.

Laureano Álvarez Armada / Sarria

El primer tren que vi fue en el cine. Además, creo que no hay nada más romántico que una estación de tren. Por aquel entonces, ver el tren en una pantalla grande como la de los cines resulta una imagen imposible de borrar para un chaval de Castroverde. Me impresionó notablemente.

José Ramón Gómez Besteiro / Lugo

Cando xa era mozo, o Victoria intentou un cambio radical converténdose nunha sala de arte e ensaio e traendo algunha das películas que máis me marcaron. Lembro como algo sorprendente aquela película titulada en cartel El joven Törless (en alemán Der junge Törless), baseada na novela do austríaco Robert Musil, cuxo título traducido ao galego viría a ser ‘As confusións do mozo Törless’, e aquela que se presentaba como ‘Deseo bajo los olmos’ (traducido o título literalmente do inglés) baseada na obra teatral do norteamericano premio Nobel de 1936 Eugene O’Neill. Extraordinaria película, espléndida actuación da Loren e do Perkins e maxistral Burl Ives.

Isidro Novo /Lugo

El cine España estaba situado en un céntrico lugar de la urbe, en una calle tan comercial como la antigua de Progreso; llamada después de Manuel Becerra y actualmente de José Antonio (Rúa Progreso). Fue inaugurado el 21 de noviembre del año 36. Se pensó primero en titular al nuevo cine Cinema Xolda, que fue prohibido.

Ánxel Fole / Lugo

Llegar al cine y dormirme, es todo uno. Nunca en mi vida he visto una película entera. Recuerdo que me gustó mucho ‘Memorias de África’, pero me quedó la última media hora sin ver.

David García Vilela / Lugo

No me acuerdo si la primera vez que fui al cine era el del Círculo de las Artes, donde hoy está el Salón Regio. No lo recuerdo exactamente. Creo que la primera película que vi se llamaba ‘Los dos pilletes’, una película mexicana dirigida por Alfonso Patiño.

Carlos Marcos Fernández / Lugo

La pandilla de amigos íbamos al cine y a la cafetería España, que estaba enfrente del Gran Teatro. Muchas veces se jugaba al parchís o a la oca, para llevar la espera del cine un poco más entretenida.

Cristina Trashorras Cendán / Lugo

Eran unos tiempos tan malos que escaseaban las monedas y valían los sellos. Por eso andábamos buscando entre las cartas por si algún sello se podía recuperar y si el matasellos le cogía un poco, se veía la manera de borrarle la tinta y que pareciese nuevo. Para ir al cine, a general, valían los sellos

Julián Marcos Fernández / Lugo

O xornal El Progreso, do 4 de xaneiro de 1935, daba noticia de que o industrial focego Jesús Cageao, Papaíto, «acaba de inaugurar el primer cine sonoro; las primeras sesiones -dicía- resultaron un éxito de taquilla». O edificio da Avenida da Mariña que hoxe, parcialmente, ocupa o Banco de Santander, era a sede do histórico cine Cageao, e en 1962 inaugúrase, pretiño deste, o magnífico sucesor daquel, que anos mais tarde pasaría a propiedade dos irmáns Pequenete.

Suso Fernández / Foz

Como en aquellos tiempos estábamos más secos que un bacalao en el desierto, cuando estaba el viejo Cageao cobrando, nos acercábamos y nos preguntaba cuántas perras teníamos y al decirle que nada, contestaba: Bueno cuando entre toda la gente y se apaguen las luces, entráis y os vais al gallinero. Si hacéis ruido, no os dejaré entrar nunca más. Todos contentos porque el patrón nunca nos dejaba a los niños sin ver la película.

Jesús Maldonado / Foz

En 1946, tres sarrianos, José Gayoso, Javier Saco y el que esto escribe, soñaban con construir un buen edificio para proyecciones cinematográficas y pronto conseguimos numerosos accionistas dispuestos a embarcarse en la empresa. El arquitecto sarriano Nemesio López Rodríguez fue el autor de un magnífico proyecto que no tardó en convertirse en realidad tal y como hoy existe. Se inauguró en junio de 1947 con la película ‘Los tres caballeros’, de Walt Disney.

Luis Macía Vázquez / Sarria

No Lugo gris e apagado da miña infancia e adolescencia, na cidade austera e beata dos tellados de aceiro, das portas insomnes e un muro de soños cinguindo o seu van, como dixo Celso Emilio Ferreiro, había seis estrelas fulxentes e un planeta ateigado de soños. Tres estrelas intramuros, tres extramuros. Os seus nomes dicían moito daqueles tempos: cine España, cine Victoria, cine Paz, mais tamén cine Kursal, Central Cinema, Gran Teatro, como para lembrarnos que o o mundo era máis largo que a paz armada do caudillo.

Xulio Gayoso / Lugo

Lugo empezou quedando sen cines tradicionais nos anos 90 -Gran Teatro, Kursal ou Paz- e agora sen salas. O Kursal, que pechou en 1998, tiña capacidade para 900 espectadores, máis da metade do aforo que teñen en total as oito salas dos multicines Centro. A primera película proxectada en Lugo foi o ano 1897, e o primeiro cine, o Lugo Salón, en 1911. Estaba na esquina da rúa Bispo Aguirre, onde hoxe está a confitería Santos. A entrada costaba entón entre 0,15 y 0,40 pesetas.

Fernando Arribas / Lugo

Tamén había cine enriba do café de Miguel. Non sei se había todos os domingos. Naqueles tempos facía furor ‘El último cuplé’, de Sara Montiel; e no inverno, na Radio Andorra, Antonio Molina, Antonio Machín, Pepe Blanco e outros.

Rafael Lombardero García / A Pontenova

Antoloxía da Memoria de Lugo: El Progreso: luns, mércores e sábados.TeleLugo: martes, ás 22,00 horas. Reemisión diaria. Dirección: José de Cora. Imaxe: Memé Díaz. Ilustracións: Vinicius. Fotografía: Arquivo EP.

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