La plaza de abastos de Sarria vivió ayer el primer día de su nueva etapa. Tras años de escasa actividad, el mercado recuperó dinamismo gracias a unas obras de reforma que permitieron la implatación de nuevos negocios y la celebración de un mercado de productos tradicionales de Navidad.
Hoy por hoy, la plaza tiene cubiertos los nueve puestos disponibles con establecimientos de alimentación y una pequeña cafetería. A todos ellos se unieron ayer otra media docena de productores de Sarria, para completar una feria en la que pusieron a la venta pan, vinos, miel, quesos, embutidos, dulces y otros productos.
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