Novagalicia pasa página

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SEMANA DE PASIÓN por adelantado en Novagalicia Banco. Un calculado desembarco el de Juan Carlos Escotet y Francisco Botas. Al tiempo que el nuevo equipo prescindía de una media de dos ejecutivos del segundo nivel al día, tras la salida de los pesos pesados culminada la semana pasada,se despachaba un bosquejo de las cuentas de 2013, cerrando una etapa y anunciando la vuelta a los beneficios, aunque todavía hay tiempo para presentar un balance en regla y su correspondiente informe de auditoría. Para rematar la semana, reunión con sindicatos y preferentistas, con resultados dispares. Y, todo ello, antes de haberse hecho efectiva la compra de la entidad. Escotet llega mandando, con el placet del FROB, y por lo hecho hasta ahora, semeja tener las cosas claras. Veamos.

¿Qué entidad se encuentra Banesco a su llegada a Novagalicia? A falta de sorpresas, que seguro las habrá, Escotet toma las riendas de un banco mucho más pequeño que hace un año. Tres datos ilustran esta foto fija: sobre lo ya adelgazado, Novagalicia ha reducido sus activos totales en un 13,8% durante 2013, hasta los 52.700 millones, fruto de un descenso de los depósitos de clientes del 32%, para quedarse en 29.357 millones, y una contracción de la inversión crediticia algo menor, prácticamente de un 22%, situada al cierre de 2013 en algo más de 25.200 millones. Esta evolución, que parece más que abultada, tiene una explicación. En parte. La venta de EVO y de la red exterior lleva implícito deshacerse de un negocio con sus créditos, depósitos y empleados. A mayores, la reducción de oficinas y el goteo de la fuga de depósitos.

Es indudable el esfuerzo de dotaciones realizado, ese colchón de 1.300 millones que permitirá a la entidad afrontar con garantías las nuevas pruebas de resistencia después de la multimillonaria inyección de Bruselas, pero no resulta menos llamativo que uno de los indicadores básicos del negocio, el margen de intermediación, se ha resentido. Esa ratio, que básicamente mide la diferencia entre los intereses que se pagan por los depósitos y los que se cobran por los créditos, ha caído en un año algo más de un 8%, hasta los 665 millones. Y poco menos que hasta aquí ha querido leer la entidad, que se dice, ya que todavía no ha remitido a la CNMV su cuenta de resultados íntegra y su balance correspondientes a 2013.Hasta aquí, lo que hay. Ahora, lo que viene.

Escotet se ha lanzado al abordaje justo días después de cerrar una ampliación de capital en una de sus sociedades, Banesco Holding Hispania, por 120 millones de euros, hasta situar sus recursos en 182,5 millones. Esta operación forma parte de la estructura financiera para cerrar la compra, que en su primer plazo, inminente, requerirá un desembolso de 313 millones sobre el total de los mil millones a pagar por Novagalicia. Pero, sobre todo, esta ampliación de capital disipa cualquier duda sobre la capacidad del grupo venezolano para cerrar la operación, como desde medios madrileños, fiel eco de resonancia de la banca cabreada por el resultado de la subasta, se ha hecho creer una y otra vez desde hace semanas. Pero, además, una pregunta se responde por sí sola: ¿alguien puede llegar a creer que el FROB, el Estado español, venda un banco nacionalizado a un insolvente? En fin.

Y en un nuevo proceso de cierta convulsión interna que ya se vivió con la fusión de las cajas y la nacionalización de la resultante, los empleados de Novagalicia, en este caso los capitanes, asisten a la llegada de un nuevo equipo. Escotet dibuja con los nombramientos (nueve direcciones generales y otras dos de control) un banco que aspira a ser mucho más internacional, a priori con mayor dedicación a la política crediticia y con fuertes anclajes en todo lo que tenga que ver con el control de riesgos. Del equipo anterior, el nuevo grupo recupera la savia nueva que incorporó José María Castellano al comité de dirección, prescinde de las vacas sagradas de las cajas que crecieron al abrigo de José Luis Méndez y Julio Fernández Gayoso y recurre a hombres de confianza de Francisco Botas en el Etcheverría. Dos caras faltan todavía para completar el organigrama, y son claves en esta nueva etapa, sobre todo en el área de riesgos.

Escotet ejerce ya en NCG. Y lo hace con pulso firme, que básicamente es lo que se espera de un nuevo comprador que conoce bien esto de prestar y captar dinero. Dos son los retos inminentes que tiene ante sí el financiero antes de que Bruselas firme la operación: evitar que la sangría de los ERE sea mayor, y lograr que los preferentistas recuperen su dinero. En ambos frentes, precisamente la Unión Europea tiene mucho que decir. Y parece justo que contribuya a que Novagalicia pase página de una vez.

Poco que festejar con los datos del paro

POR SIMPLE prudencia, más que por obligación, nuestra clase política debería tener más en cuenta que los datos de paro son periódicos (EPA, trimestral y paro registrado, mensual), y evitar así ese tic tan recurrente de minimizar las cifras cuando vienen mal dadas y elevarlas a la enésima potencia cuando hay algo sustancial a lo que agarrarse. Y, de modo transversal,sucede algo parecido cuando la historia va por barrios, es decir, por formaciones políticas, estén en el Gobierno o en la oposición. El desempleo en España se ha convertido en algo tan grave que celebrar mínimos avances en los datos, aunque vengan avalados por una tendencia de varios meses, y nos sitúen entre las tres comunidades que más recortaron el desempleo (por detrás de Valencia y Cataluña) en marzo, puede colocarnos al borde del precipicio de la autocomplacencia.

Es verdad que se aprecian síntomas muy leves de mejoría en algunos de los grandes números macro, pero no lo es menos que, desde 2007, el desempleo se ha multiplicado por tres en Galicia. Parece muy lejano en el tiempo o un registro inalcanzable, pero el dato precrisis marca la referencia del 7,64% de desempleo en nuestra comundiad.

Cae el paro y también lo hace la afiliación a la Seguridad Social en tasa interanual, dato preocupante. Pero lo peor de todo es el ritmo de descenso del desempleo. Los sindicatos apuntan a unos quince años para lograr recuperar esas marcas del 2007, un trecho que análisis como el del BBVA Research rebajan a nueve años. Camino largo, pasos cortos, pero en cualquier caso una travesía lo suficentemente larga como para dejar de abrir una botella de champán al mes.

ELVIRA RODRÍGUEZ ♦ La autoridad bursátil pide más funciones sin ejercer las suyas

PAPELÓN el de la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores en esta crisis. Y no solo por la supuesta supervisión del órgano que dirige Elvira Rodríguez en casos como el de Pescanova o caos como el de las participaciones preferentes. Porque la autoridad bursátil, que para el común apenas ejerce sus funciones cuando se trata de poner orden en desmanes empresariales que tocan muy de cerca a pequeños accionistas o ahorradores, dice ahora que el quid de la cuestión reside en que no tiene funciones y pide más atribuciones. Con ejercer las que ya tiene le bastaría.Por ejemplo, ¿dónde esta el resultado de esos once expedientes abiertos a otros tantos bancos por la comercialización fraudulenta de las preferentes? ¿Y los que instruyó en su día una vez que sus chicos se habían enterado por los periódicos de las ventas irregulares de acciones de Pescanova, de la que además resultó ser administradora concursal? Un pelín cómico.

AGUSTÍN HERNÁNDEZ ♦ Medio Ambiente se planta ante la reforma energética

SERÁ UNA comisión bilateral solicitada por la Consellería de Economía al Ministerio de Industria la encargada de arbritrar y limar todas las afrentas que supone para Galicia la nueva reforma energética de José Manuel Soria. Pero desde Medio Ambiente, Agustín Hernández mete baza. Y razones no lo faltan. El golpe que supone para Sogama la nueva vuelta de tuerca, con el fin de las primas por producir energía a partir, en este caso, de la incineración de residuos o el coste de la utilización de gas en su planta de cogeneración, ya han tenido una consecuencia, vía tasas de recogida, en las maltrechas arcas municipales. Desde Medio Ambiente, Hernández apela al servicio público que presta Sogama para blindar sus retribuciones por la venta de energía. El conselleiro está dispuesto a ir mucho más allá, y estudia una batería de alegaciones contra la reforma de Soria.

(Publicado en la edición impresa el 5 de abril de 2014)

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