Martiño Noriega, desde el próximo sábado alcalde de Santiago si los planes se cumplen, no realizará la ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Sacramento que se celebrará al día siguiente en la catedral de Lugo, según confirmó ayer el entorno del político. Compostela Aberta emitirá hoy un comunicado para explicar la postura, que se apoya en lo que siempre ha mantenido el BNG: la separación entre instituciones religiosas y políticas.
Las siete ciudades del antiguo Reino de Galicia se turnan desde hace más de tres siglos para hacer la ofrenda y este es el año de Santiago, pero el que será su alcalde no acudirá. Tampoco está previsto que envíe ninguna representación. No se sabe si el resto de grupos con representación en el Concello acudirán ya que, a día de hoy, el Ayuntamiento compostelano no ha comunicado ni al Concello de Lugo ni al Obispado cómo va a proceder.
La ausencia de Noriega no pondrá en riesgo la ofrenda, para la que se buscará otro oferente, explicó ayer el vicario general de la diócesis, Mario Vázquez. "Unha tradición tan longa non a vai interrumpir un señor", afirmó.
Ante el temor de que esta situación pudiera darse, el obispado ya lleva varias semanas trabajando en un plan alternativo. Se barajan varias opciones y probablemente se tome una decisión hoy, indicó Vázquez. Una posibilidad sería hacer correr el turno e invitar al alcalde de la siguiente ciudad, pero seguramente se descarte porque sería Ourense y a día de hoy su situación política también es bastante incierta y no se sabe quién va a ser el alcalde.
El Obispado barajaba la posibilidad de proponérselo a alguna de las otras ciudades que forman parte de la archidiócesis de Santiago (Betanzos y A Coruña), pero el próximo alcade coruñés, Xulio Ferreiro, ya anunció que no asistirá al acto, en defensa de la "laicidad institucional".
Tampoco descartan buscar como oferente a una persona del mundo civil, por ejemplo, del ámbito de la cultura, ya sea de Lugo o de Santiago, la ciudad que le correspondía este año.
La ofrenda al Antiguo Reino de Galicia supera los tres siglos de historia, pero esta no será la primera vez que la tradición se rompa por razones políticas. Durante la II República, las instituciones municipales no participaron en este acto religioso y la ofrenda fue realizada por integrantes de la Adoración Nocturna, otra opción posible ahora. "É un movemento apostólico con moita historia, é outra opción", afirmó Vázquez.
El nuevo escenario político está dificultando la organización de la ofrenda también desde el punto de vista civil. El Concello se encarga de esta parte del protocolo y ayer solo había recibido confirmación de asistencia del regidor de Betanzos. Se cuenta también con la presencia de la que será la alcaldesa de Mondoñedo, Elena Candia, pero se desconoce si acudirá representación de Ferrol, Ourense y Tui.
