EL NORTE de la provincia fue ayer una fiesta. Desde su parte más oriental pasando por la central y hasta la occidental tuvo su propuesta: el mercado medieval de Mondoñedo, A Maruxaina de San Cibrao y la Festa do Percebe de Rinlo fueron las grandes citas, aunque no faltaron otras como el día grande del San Lourenzo de Foz o fiestas patronales como las de Ourol o los primeros actos de las de Viveiro.
La primera cita en arrancar fue el mercado medieval de Mondoñedo. Los más de 180 puestos que llenan las calles y plazas de la ciudad la llenan de colorido y de olores sugerentes que invitan al visitante a pararse en cada esquina para indagar entre las pequeñas tiendas en busca de la magia que rezuma el ambiente.
Además, la animación callejera, que este año incluye más actividades, invita al paseante a detener su recorrido para contemplar un espectáculo de cetrería, donde las aves son las protagonistas y se llevan el asombro y el respecto de los más pequeños, o otro de malabares, donde la destreza y el buen humor se mezclan a partes iguales.
