Ningún hostelero, ni de Monforte ni de otro lugar del resto de España, se ha interesado por hacerse con la gestión de la cafetería situada justo al lado de la plaza de abastos de Monforte.
Se trata de un espacio creado a finales de 2012 y que cerró sus puertas a principios de este 2015 porque la persona que estaba al frente del negocio dijo que existían tal cantidad de deficiencias en el local y tal falta de apoyo por parte del Ayuntamiento que tiraba la toalla. Fue cuando el anterior gobierno local, el del BNG encabezado por Severino Rodríguez, negó todas esas críticas, sacó a concurso público en abril de este año por 7.986 euros el uso de estas instalaciones hosteleras y se mostró confiado de que habría algún profesional interesado, pero a la convocatoria no se presentó nadie.
Dos meses después, el Ayuntamiento volvió a convocar un proceso de adjudicación, en este caso negociado sin publicidad, invitando a tres reconocidos hosteleros monfortinos para que se hiciesen cargo del establecimiento. Ninguno de ellos hizo oferta alguna.
Solo se personó una mujer interesada en hacerse con el servicio, no invitada, pero admitida en el procedimiento y que finalmente fue descartada porque, según la mesa de contratación, «a memoria de explotación só consta dunha páxina e refire de xeito moi sucinto o seu proxecto técnico, pero sen facer referencia ao réxime de traballo», como horario, número de empleados, tapas a ofertar o actividades específicas relacionadas con los mercados temáticos que hasta hace unos meses se celebraban en el espacio central de la plaza de abastos.
Por ello, la mesa de contratación decidió volver a dejar desierta la adjudicación de la cafetería bautizada como Espazo Gastronómico Picota, desconociéndose qué ideas maneja el actual gobierno local, en manos del PSOE, para conseguir que alguien se haga cargo de ella.
Su anterior y único gestor, el reconocido barista a nivel nacional Damián Seijas, de Chantada, fue el que alertó de las numerosas deficiencias que presenta el local, como filtraciones de agua por la cubierta, un deficiente funcionamiento del sistema de climatización, la instalación de una iluminación de alto consumo o una distribución del espacio de la cafetería que no la hace atractiva para un profesional del mundo de la hostelería.
