La nieve volvió a hacer acto de presencia en A Montaña lucense a pocos días de la entrada de la primavera. Después de semanas de sol y temperaturas demasiado elevadas para esta época del año, con el paisaje de la alta montaña ya florido, las condiciones meteorológicas han cambiado considerablemente con la llegada de precipitaciones.
En la zona oriental de la provincia de Lugo, la nieve cayó a alturas superiores a los 700 metros, y el aire frío provocó el consiguiente descenso de las temperaturas, que ya se había iniciado el sábado.
Pedrafita de O Cebreiro amaneció con una capa de cinco centímetros de nieve, que no provocó ningún problema en la circulación de vehículos. Tanto en la A-6 como en las carreteras provinciales y locales, actuaron con rapidez los servicios de mantenimiento, que limpiaron las calzadas.
El día festivo fue aprovechado por muchas familias de la provincia, pero también de A Coruña y El Bierzo (León), para trasladarse a O Cebreiro y disfrutar de la que podría ser la última nevada del año.
Más al norte, en A Fonsagrada, también nevó, pero no llegó a cuajar nada más que en los tejados de las casas y en las copas de los árboles. «É moi curioso, porque está nevando cando xa parecía primaveira e comenzaban a saír as flores», comentaba ayer una fonsagradina que, sin embargo, aseguraba que «eu estou contenta, porque andaba regando na horta, pero creo que tan pouca neve e choiva non vai ser suficiente para solucionar o problema que está creando a seca no campo».
En el sur, O Courel amaneció con una fina capa de nieve, sobre todo en la zona más alta, concretamente en el alto de Formigueiros, Vicuña, Seoane, Esperante y Noceda. Los operarios municipales tuvieron que esparcir sal en algunas zonas menos soleadas por precaución.
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