EL CAMPUS lucense inicia el curso con las plazas cubiertas en solo tres titulaciones -Nutrición y Dietética, Enfermería y Veterinaria- del total de los catorce grados que se imparten aquí. Es un problema que tienen la universidades gallegas y no específico solo del campus de Lugo. El descenso de población, la multiplicación a veces descontrolada de la oferta de titulaciones, también aquí con primacía de localismos frente a un planteamiento unitario para Galicia, sin que ello implique centralismos, y también la crisis. El campus universitario es fundamental para la ciudad de Lugo. Hay en él referencias de excelencia, vía que asegura el futuro.
UNA MARCA EN EL EXTERIOR
La marca de las cajas gallegas fuera de territorio gallego, Asturias y Castilla-León se transformó primero en un banco, Evo, y finalmente ese banco acaba en manos de un fondo estadounidense. Ninguna relación mantiene a partir de aquí ese banco con Galicia. No queda fuera de Galicia marca gallega alguna. La desgalleguización de Evo culmina con su sede social en Madrid. La política de las finanzas globalizadas es campo autónomo. Ahí se acabaron las barreras y las soberanías. Lamentablemente incluso demasiadas veces está al margen y por encima del legítimo poder político de los países. En este caso concreto, hay unas preguntas ingenuas: 1) Si solo vale 60 millones de euros toda la presencia exterior de las dos cajas gallegas, ¿qué había en realidad cuando nos creímos que éramos de los grandes? 2) ¿Qué apoyo recibe el llamado sistema financiero gallego con esta venta? Digámoslo de otra forma, ¿qué beneficios constatables aporta a la economía o a la sociedad gallega? 3) ¿Es para alegrarse desde Galicia que con esta operación NCG Banco quede «más atractiva para su venta»?
