Mutismo en torno a la decisión de Antonio Balado

La decisión de Antonio Balado de dejar el PSOE en el Concello de Castro de Rei y su integración en el grupo de los no adscritos no causó sorpresa entre los portavoces de los grupos políticos que integran el gobierno tripartito local, formado por PSOE, Tega y BNG, ya que el edil no acudía a los plenos desde hacía varios meses. Aún así, un cierto mutismo se apoderó de prácticamente todos tras saltar la noticia.

El alcalde de Castro de Rei, el socialista Juan José Díaz Valiño, rehusó hacer ningún tipo de declaración al respecto ya que dijo preferir «non facer descalificacións nin dicir nada sobre un compañeiro de partido». En la misma línea se mostró el representante de Tega, Roberto Lorenzo, que afirmó que no haría «comentario ningún».

El portavoz del BNG, Jorge Balado, insistió en que la situación aparecida esta semana con la dimisión de Antonio Balado «é un problema que non é do BNG, aparece nas filas dun partido que non é o BNG e nunha área que non lle pertence ó BNG». «Se se quere plantexar unha guerra, que sexa entre eles, e nós non imos entrar nese tipo de comportamentos», explicó el nacionalista, quien añadió que «os veciños se sinten desconcertados e un pouco desconfiados con esta situación».

El levantamiento del sumario de la operación Rey fue el origen, en buena parte, del problema, ya que las transcripciones de las conversaciones telefónicas dieron lugar a interpretaciones que minaron las relaciones entre los concejales.

La gobernabilidad en Castro de Rei no peligra ya que, a pesar de estar empatados a seis concejales el gobierno local -tres PSOE, uno Tega y dos BNG- y el PP, al que se le une Antonio Balado, Valiño cuenta con el voto de calidad.

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