Muimenta pone a prueba a los nuevos filloeiros

Asistentes al curso de filloeiros infantiles de Muimenta. C. ARIAS
photo_camera Asistentes al curso de filloeiros infantiles de Muimenta. C. ARIAS

Algunos no alcanzan apenas la plancha, pero se estiran de puntillas con la ilusión de convertirse en unos años en los nuevos filloeiros de Muimenta y servir así de relevo a las cuarenta mujeres que actualmente se colocan al mando de los fogones para hacer una de las grandes especialidades de la localidad, la filloa, una mezcla de «auga, fariña, ovos e sal» preparada de forma tradicional y bajo la sabiduría que reportan muchos años de experiencia.

Un grupo de 20 niños y niñas de la localidad, todos mayores de seis años, participaron ayer en la tercera edición del curso de pequeños filloeiros que organiza la asociación Aquilino Iglesia Alvariño, en colaboración con Xotramu, con el objetivo de «involucrar os cativos na Festa da Filloa», una cita gastrónomica clave en el calendario de la localidad, que se celebra siempre el 1 de mayo y que fue declarada como fiesta de interés turístico de Galicia en 2008.

«O curso sempre é un éxito, porque lles gusta ós nenos e ós pais, e ás filloeiras por suposto», explica la presidenta de la asociación cultural Aquilino Iglesia Alvariño, Ana Vivero, que destaca que lo que más les gusta a los nuevos cocineros es «facer as filloas e comer o que eles mesmos fixeron». «O peor -apunta-, esperar os turnos, porque todos queren poñerse á vez e non é posible».

En la cita, ocho ‘filloeiras’ trabajaron desde las 15.30 hasta las 18.30 horas, aproximadamente, y dos de ellas se encargaron de convertirse en monitoras de los pequeños cocineros, ataviados con guantes, gorro y delantal.

«Todos queren participar e teñen moitas ganas de probar, pero algúns non lle chegan e hai que axudalos, pero dáselles bastante ben», comentan las ‘filloeiras’, que aseguran que este tipo de iniciativas despierta el interés de los niños y las niñas por el mundo de la gastronomía.

Degustación

Tras el curso, los asistentes y sus acompañantes, así como otros vecinos que quisieron acercarse, degustaron las filloas que ellos mismos y las ‘filloeiras’ elaboraron, acompañadas de chocolate caliente.

En total, se hicieron alrededor de 400 filloas, cuatro cada cuarto de hora en cada una de las ocho planchas que trabajaron sin descanso durante este curso.

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