La muerte sorprendió en la madrugada de ayer a Enrique Arias López, de 67 años de edad, cuando se encontraba en una granja de su propiedad en la parroquia de Vilar de Sarria. Un fatal incendio arrasó por completo la nave y causó el fallecimiento, posiblemente por asfixia, del sexagenario, quien aguardaba dentro de las instalaciones la llegada de un camión cargado con pavos.
A causa del fuego, cuyo origen fue fortuito, también resultó parcialmente quemado el turismo de la víctima, un Renault 11. Todo apunta a que el hombre metió el coche dentro de la nave para evitar las fuertes heladas y se puso a calentar la granja (vacía de animales) a la espera de la nueva remesa. Una de las hipótesis con la que se trabaja es que Enrique Arias se acostase a dormir un rato en el vehículo para hacer más llevadera la noche y, cuando se percató, ya todo estaba en llamas.
La víctima charló amigablemente con unos vecinos poco antes del suceso
Sobre las 23.45 horas de la misma noche, un matrimonio que salía a dar un paseo se encontró con el dueño de la granja, quien accedía a la nave. «Tedes boa gana de ir andar con este frío!» bromeó con estos vecinos, a quienes explicó que iba a esperar la llegada de la remesa de pavos. La pareja, consternada ayer por lo sucedido, pasó de regreso a las 24.30 y todo estaba en calma, por lo que el fuego se originó después de esa hora.
