Mariano Rajoy dará su explicación sobre Bárcenas y la financiación del PP antes de final de mes o a principios de agosto. El presidente del Gobierno movió ficha, con lo que asegura la permanencia en la partida de Pérez Rubalcaba. La ocasión de la explicación de Rajoy puede ser la oportunidad que quede para salvar este bipartidismo, imperfecto y que vino asegurando la alternancia en el poder de PP y PSOE. Las encuestas parecen campanas que tocan a muerte para este sistema que, con todas sus grandes carencias, supuso estabilidad política desde la transición del franquismo a la democracia. Más que compromisos de no hacer sangre entre Rajoy y Rubalcaba con el toro de Bárcenas o con el toro de los Eres en Andalucía, deberían trabajar conjuntamente para recuperar la confianza de los descreídos. Estos, que van camino de ser mayoría, pueden sentenciar en las urnas la muerte del bipartidismo, el final del reparto y ocupación del poder por los dos grandes partidos. La explicación sobre Bárcenas, como la explicación sobre los Eres en Andalucía, debería ser un movimiento de ficha para, desde una apuesta sincera por la transparencia, asegurar la estabilidad.
La conspiración
Ruiz Gallardón no está entre los que desde dentro le pretenden mover el sillón de mando a Mariano Rajoy. Si anuncia su retirada para cuando abandone la cartera de Justicia, viene a decir que él no figura en ninguna operación para suceder a Rajoy. Dice que no está en la conspiración.
Pronunciarse
Los exministros Blanco y Caamaño expresaron su apoyo a Besteiro para liderar el socialismo gallego. No le gustó a Pachi Vázquez. ¿Qué tendrá que ver el juego limpio con que un militante, todo lo cualificado que se quiera, exprese su opción personal?
